Que la derecha española vive fuera de la realidad es algo innegable, el principal motivo de dicha situación es el “frio” que sufre haciendo oposición, no están preparados para dicho rol. Lo único que saben hacer es gobernar (para los de siempre) castigando a la ciudadanía en sus derechos y prestaciones públicas a las que tienen derecho mientras privatizan y recortan las mismas en beneficio de sus “amiguetes”.Cada vez que, Pedro Sánchez, da un paso con Bruselas, el PP da otro hacia atrás. Sucedió con la decisión de la Comisión Europea de limitar los beneficios de las empresas que producen electricidad a bajo coste, que el Gobierno vendió como un aval a su impuesto a las eléctricas. Se ha repetido con el espaldarazo de Ursula von der Leyen a la reforma de las pensiones de José Luis Escrivá, que llega mañana al Congreso para su convalidación. El beneplácito de la Comisión Europea a dicha reforma, es una cuestión no menor, pero aun así y todo se nos presentó Núñez Feijóo en Bruselas a reprochar que la misma era malísima a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Lo más “heavy” es que el señor Feijóo se presentó ante dicha presidenta y cuando le pidió que demostrase lo que estaba manifestando con documentos y papeles, evitó detallar en todo momento su plan alternativo, que basan en parámetros generales como la creación de empleo o la captación de talento exterior. Y tampoco avanzan si enmendarán o no el proyecto del Gobierno, que ya avanzó que lo aprobaría como proyecto de ley para que los grupos puedan presentar enmiendas a la norma.
Foto: Núñez Feijóo y Ursula von der Leyen
El apoyo de la Comisión Europea al Gobierno español en la reforma de las pensiones es un aval y un espaldarazo difícil de levantar por aquellos grupos políticos “anti país” (que toda su estrategia política se basa en que cuanto peor estén las cosas mejor para sus intereses políticos), es todo lo contrario a lo que sucede en países como Alemania donde la derecha es capaz de alcanzar acuerdos políticos si con ello se beneficia a la sociedad alemana. La derecha y ultraderecha española empoderada en los partidos políticos de, Vox, PP o Ciudadanos, aplica el célebre refrán que dice, “pierdo los dos ojos con que tu pierdas uno”. Génova mantuvo hasta el final la incógnita sobre el sentido de su voto a la norma que se convalidará este jueves en el Congreso, y para la que el Gobierno ya cuenta con los apoyos suficientes sin depender del PP, una situación muy similar a lo que hicieron con la reforma laboral, la cual se aprobó por error del voto del diputado, acusado de prevaricación y malversación, Alberto Casero. Los datos de empleo de dicha reforma son irrefutables del beneficio que trajo a la sociedad española, se percibió en las cifras de desempleo y contratación. Sin embargo, la dirección de los populares, dieron un ultimátum al Ejecutivo, al que instaron a abrir un contacto con el primer partido de la oposición para valorar, al menos, la abstención a la reforma de Escrivá. Los de Feijóo exigían una "justificación técnica" (parece que el aval de la Comisión Europea no es suficiente) para garantizar los números del gobierno... que no llegó. La interlocución se redujo a un "correo electrónico" en el que el Gobierno envió un "PowerPoint" y "tres tablas de Excel", pero "sin ningún informe que respalde esas cifras", inciden. Así las cosas, el PP votará mañana en contra de la reforma de las pensiones, con lo que consumará su rechazo a las recetas económicas del Ejecutivo avaladas por Europa.
La misma situación se producirá con la prórroga de la excepción ibérica al gas hasta final de año. El primer partido de la oposición ya se opuso en su día a las medidas energéticas del Ejecutivo, que incluían lo que algún portavoz de Génova llegó a calificar como "timo ibérico". Y el respaldo de sus colegas conservadores europeos sigue sin mover a Núñez Feijóo de sus trece: los populares rechazan la extensión del mecanismo para limitar el precio y no apoyarán el nuevo decreto cuando llegue a la Cámara Baja. Así lo avanzan fuentes autorizadas de Génova, que esperarán a leer al detalle el decreto que este martes se firmó en el Consejo de ministros para tomar una decisión respecto al sentido del voto, aunque advierten de antemano de que, si nada cambia, no se posicionarán a favor. Pese a que desde el principio tildaron la medida de "fracaso", los populares se abstuvieron en la votación que facilitó la activación del mecanismo el pasado mes de junio. En la planta noble del PP estarían, de nuevo, entre volver a ponerse de perfil o apostar por el rechazo frontal a la iniciativa. Esta situación se produce a pesar de que ,“La Comisión estuvo dispuesta a finales de septiembre del año pasado a discutir el desarrollo de un marco temporal de la UE para limitar la influencia de los altos precios del gas en la formación del precio de la electricidad”, señalaba el documento de reflexión que ha estuvo circulando entre los países de la Unión. Dicha decisión sorprendió porque hasta la fecha la Comisión Europea y sus expertos habían apuntado a que la expansión de la idea del mecanismo ibérico a toda la Unión Europea se debía descartar porque no era adecuada a las condiciones del resto del bloque comunitario y, por ejemplo, aumentaba el consumo del gas, algo que va en contra del objetivo principal de reducir el consumo. La descripción que hizo la Comisión en su documento de trabajo es bastante parecida a cómo funciona el mecanismo ibérico. “Una opción podría ser topar el precio del gas en la generación de electricidad a un nivel que ayude a rebajar los precios de la luz sin conducir a un aumento global del consumo de gas. El diferencial de coste entre el precio topado y el precio del mercado lo asumiría el sistema eléctrico dentro de los Estados miembros”, señala el texto https://cutt.ly/m4CzUfk
El PP mantiene que el tope ibérico es una herramienta "ineficiente" que "pasa factura a los españoles" y se comprometen a deshacerla o, directamente, a no renovarla si Feijóo logra a llegar a la Moncloa antes de que finalice el nuevo plazo de ejecución, previsto hasta el 31 de diciembre de 2023. El primer partido de la oposición vuelve a hacer oídos sordos al criterio de la Comisión Europea, cuya presidenta amagó incluso con extender la excepción que aplican España y Portugal al resto de países de la Unión, lo que Pedro Sánchez vendió en España como un espaldarazo sin cortapisas a su gestión energética... y como una enmienda a la postura de Alberto Núñez Feijóo. No contento con esta postura que beneficiaba a los españoles, Feijóo moduló el rechazo frontal del PP a la medida semanas después de su entrada en vigor, y avaló el tope al gas solo si se aplicaba en toda la Unión Europea, alineando entonces parte su discurso al beneplácito de Ursula von der Leyen. Advirtió, no obstante, de que limitarlo a España provoca una subvención de millones de euros a los consumidores franceses que repercute en la factura de todos los españoles, ya que la actual coyuntura "la aprovecha Francia para comprar energía más barata". Ahora, los populares suman un argumento a su rechazo: la progresiva pérdida de impacto de una medida que ha quedado sin efecto desde el mes de febrero, debido a que el tope solo se aplica cuando el precio del gas en el mercado ibérico se encuentra por encima del umbral estipulado, algo que no ha ocurrido en los últimos meses, por lo tanto ha resultado un mecanismo disuasorio para los precios.
Si a todo lo errática que resulta su postura en cuestiones que benefician a la ciudadanía española en general, sumamos los casos de corrupción como por ejemplo el de Xavier García Albiol, que opta a la alcaldía de Badalona pese a que será juzgado por un presunto delito de prevaricación por la instalación de dos antenas telefónicas sin licencia en el municipio durante su primera etapa como alcalde, en 2012, se enfrenta a dos años de cárcel https://cutt.ly/H4CSAYq, o a gobiernos tránsfugas con el beneplácito del PP de Asturias como sucede en el Ayuntamiento de Llanes. durante estos últimos cuatro años, o al juicio de Alberto Casero que será juzgado por el Tribunal Supremo por realizar actuaciones en su condición de alcalde del Ayuntamiento de Trujillo y órgano de contratación en el mismo entre marzo de 2017 y diciembre de 2018 al concertar con diferentes personas y entidades contratos de servicio, patrocinio o convenios, incumpliendo todo tipo de formalidad exigida al efecto por la normativa" https://cutt.ly/p4CFSrS La foto no puede ser más desmoralizante dentro de sus filas, de ahí que ya muchos columnistas y politólogos vaticinen el escaso recorrido político de Feijóo al frente del PP. Debemos tener en cuenta que en las próximas elecciones generales se puede romper por primera vez una norma no escrita que ha estado vigente en este casi medio siglo de democracia: "Gobierna el partido que gana las elecciones". Eso ya no va a ser así porque si el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo se impone en las elecciones, pero no alcanza la mayoría absoluta, ni siquiera sumando con Vox, el líder socialista, Pedro Sánchez, mantendrá el Gobierno con la misma mayoría parlamentaria que lo llevó a la Moncloa en el verano de 2018. En este sentido, la máxima preocupación de Pedro Sánchez es que se desmoronen las fuerzas políticas que están a su izquierda. Si esto se produce y el PP tiene que estar cuatro años más en la “nevera”, empezará una carrera fratricida con el consiguiente fagocitamiento de una parte del propio PP, las guerras internas de la derecha, se sabe cómo empieza pero el resultado final puede ser impredecible.
Para terminar el post, quiero decir que no hay ánimo ni euforia, pese a todos los shows que montan para acallar o cerrar el desarrollo del gobierno del país, llamen o no a una telepredicadora, su resultado electoral de mayo no anticipa nada esperanzador… Si eso se produce, el final de Feijóo puede estar más cerca de lo que él desearía con el fin de ser cartel electoral en diciembre de este año frente a Pedro Sánchez… El final y el canibalismo interior en el PP surgirá y durará hasta las elecciones generales de diciembre.
Ya lo dijo Friedrich Nietzsche: “La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido”.
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