El 21 de marzo se publicaba una noticia donde se reflejaba el acto que se celebró en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA sobre el municipalismo y sus problemas en Asturias. La frase "Somos los hermanos pobres", resume Sergio Hidalgo, alcalde de Salas. "Necesitamos más autonomía y más recursos", le acompaña Alfredo Canteli, regidor de Oviedo, y pronto se hace transversal un discurso en el que los ayuntamientos vienen a lamentar que tienen poco dinero, pero "más regulación que nunca, y peor", y ahora el que habla es el primer edil de Villaviciosa, Alejandro Vega. Esto y mucho más, que los alcaldes asturianos comparten apartando las banderas de los partidos distintos a los que representan, "no es un discurso", remata la alcaldesa de Gijón, Ana González. "Es una petición, una reivindicación activa hacia las otras dos administraciones, que se guardan no sólo competencias, sino sobre todo el dinero de las nuestras…". El Foro del Municipalismo, celebrado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, hizo de altavoz de las exigencias múltiples y compartidas de los ayuntamientos asturianos, quejosos por las barreras de la burocracia y su financiación insuficiente, dolidos por las competencias que deben asumir, aunque no les correspondan y necesitados de una reforma en profundidad, sostienen, de la función pública y su régimen de funcionamiento. https://cutt.ly/X4Ta2Nd
Foto: En la primera fila, por la izquierda, el teniente alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez; la directora general de Prensa Ibérica en Asturias, Ángeles Rivero; el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; el presidente del Principado, Adrián Barbón; la alcaldesa de Gijón, Ana González; el director de LA NUEVA ESPAÑA, Gonzalo Martínez Peón y la alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú. En la segunda fila, el alcalde de Siero Ángel García (centro); el alcalde de Llanera, Gerardo Sanz; el concejal de Cultura de Corvera, José Luis Montes; la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero y el alcalde de Gozón, Jorge Suárez
Queriendo anticiparse a lo que iba a ser el encuentro, el presidente del Principado, Adrián Barbón, lo introdujo haciendo una propuesta para más allá de las elecciones del 28 de mayo: "Exigir al Gobierno central un replanteamiento de la obsoleta ley de contratos del sector público, porque sé los problemas que os genera". Ante una apreciable representación de los ayuntamientos asturianos, en un encuentro que hizo explícitas las grandes quejas de las corporaciones locales de la región, y muy especialmente la amarga queja contra una burocracia a veces esperpéntica, el jefe del Ejecutivo autonómico avanzó su propósito de dirigir a la Federación Asturiana de Concejos (FACC) su demanda para la modificación de una norma "que no es útil al municipalismo ni a la ciudadanía". Era la respuesta del Principado para la reclamación que de forma abundante en claridad expositiva y ejemplos concretos estaban a punto de hacer los representantes de los ayuntamientos. La burocracia les asfixia, los enredos de la normativa coartan el desarrollo de sus territorios hasta que se les cae a veces "el alma a los pies" cuando comprueban que las dificultades de la tramitación llegan a obstaculizar e incluso a malograr proyectos llamados a sacar adelante a la Asturias demográficamente empobrecida. También hicieron causa común para exigir justicia en una financiación unánimemente calificada de exigua, racionalidad respecto a la organización de las competencias que prestan sin que les correspondan –la gestión de las escuelas infantiles y la limpieza de playas o ríos son sólo dos ejemplos– o amplias reformas para suavizar sus relaciones con unos funcionarios, los secretarios e interventores, con muchas atribuciones y a veces menos exposición a la responsabilidad que los dirigentes políticos.
"Los ayuntamientos tenemos menos peso del que deberíamos tener", afirmó el popular Alfredo Canteli. "Necesitamos que el gobierno autonómico nos tome más en serio". "No podemos seguir recogiendo ciertas migajas, ni tener solo una “paguina”. Uno de nuestros grandes retos consiste en dejar de ser el hermano muy muy pequeño de una gran familia que se llama el estado español", le acompaña su homóloga de Gijón, la socialista Ana González, incidiendo en la infrafinanciación, reincidiendo en el problema de las competencias y agradeciendo la voluntad de exigir la reforma de la ley de contratos, pero pidiendo a su vez alguna más. Ella añadiría la de subvenciones, para cambiarla en un sentido en el que no se legisle desde la desconfianza y "no se presuponga que todo el mundo roba". "Tenemos que acabar con la camisa de fuerza de la burocracia", remata el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Mieres, Manuel Ángel Álvarez (IU), haciendo ver la comunión de las demandas por encima de las fronteras políticas. Por si hicieran falta ejemplos, hubo muchos. El alcalde de Siero, Ángel García, "Cepi", rebusca en sus experiencias con las demoras y los obstáculos de los trámites y los plazos y cuenta que una vez "teníamos una obra parada por un problema. Me dice el técnico de contratación: ‘Vamos a hacerlo por el trámite de urgencia. Y resulta que el trámite de urgencia son tres meses…" Hay risas por no llorar. Ante ellos y ante el resto de los congregados, representantes de más de una veintena de ayuntamientos de todas las zonas de Asturias, hizo Barbón promesa y ostentación de capacidad de diálogo con el municipalismo asturiano. "Los que sois de distinto signo político sabéis que hemos llegado a acuerdos", afirmó el presidente dirigiéndose directamente a Canteli y recordando su reunión del inicio de la legislatura con los 78 alcaldes. Quiso que se le valorase "el incremento en un 36 por ciento" que ha experimentado en esta legislatura el fondo de cooperación local, el que se reparten con criterios demográficos los municipios de menos de 40.000 habitantes, o el alza en un noventa de "las obras cooperables", para los concejos por debajo de 20.000. También invitó a perseverar por el camino que señala el sistema de consorcios, del que son expresión Cogersa, Cadasa o el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) y que demuestra que el Principado "tiene una vinculación de trabajo de lo municipal y lo autonómico como no existe en ninguna otra comunidad autónoma". "Es una línea en la que tenemos que seguir trabajando", añadió, y puso como ejemplo la atención que el Principado ha prestado a las reivindicaciones municipales sobre la limpieza de las playas o la gestión de los residuos. El presidente acudió a sus "nueve años y nueve días" como alcalde de Laviana para hacerse ver como uno de ellos y reivindicar la figura de los regidores de pequeños municipios "sin sueldo", e hizo votos por la corrección de "la injusticia que se comete con los alcaldes de municipios de menos de mil habitantes, cuya cotización es desde la reforma de la ley de bases de régimen local es del 75 por ciento". También resumió en tres las enseñanzas de la política municipal "que deben contagiar a la autonómica", y enumeró "la cercanía, porque si no la hay no hay buenos políticos; la humildad, para reconocer los errores y aprender de ellos, y el diálogo".
Algunos apuntes destacables de dicha mesa del municipalismo que se celebró, fueron los siguientes:
El aplauso más espontáneo. El alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, recibió una ovación espontánea al admitir que “estoy muy negativo” tras hablar del impacto de la subida de la luz en el recibo municipal, más de 70.000 euros, y hasta de la limpieza de playas que no le afecta.
Una central de contratación. A vueltas con las trabas de la burocracia, alguno de los intervinientes dio con una posible fórmula. El alcalde de Llanera, Gerardo Sanz, propuso que los ayuntamientos puedan compartir una central de contratación pública.
Las principales reivindicaciones han sido un cambio en la organización del territorio para pasar a hablar de comarcas, de "sinergias", de "unirnos" y colaborar.
Alcalde de Siero, Ángel García, “Cepi”. “Pone unos acentos sobre la urgencia de una simplificación de procedimientos administrativos y otros en la necesidad de reformar la función pública municipal. Llama la atención sobre el exceso de protagonismo de secretarios e interventores, del técnico que por sistema “te dice que no”, o del que “dice ‘estoy en ello’ y está en ello mucho tiempo. Si un interventor o secretario se tuerce, date por jodido”, afirma muy gráficamente. Aboga por la posibilidad de que “un ayuntamiento pueda suspender pagos”, y se pregunta cómo “Amazon puede enviar un paquete en 24 horas y una licencia tarda un año”. “Esperanza en la política tengo la mínima, pero la tecnología puede dar soluciones a las ineficacias del sistema”.
Jorge Suárez, alcalde de Gozón. “Tenemos los mismos problemas, pero no estamos todos en la misma situación económica”. El alcalde de Gozón y vicepresidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), Jorge Suárez, llama a un replanteamiento con “nuevos criterios de reparto” para el fondo de cooperación local, ahora “un café para todos” en el que si se comparten las mismas condiciones demográficas ingresa lo mismo “un ayuntamiento con nueve millones de remanente y deuda cero” que otro con un estado de cuentas más apurado. Pide Suárez que eso se tenga en cuenta mientras clama también contra el margen decisorio de secretarios e interventores. Eso crea a veces problemas a los alcaldes, pero “no conozco a ningún habilitado nacional que haya ido a los tribunales”.
José Manuel González Castro, alcalde de Cangas de Onís. Expresó gráficamente la realidad de ayuntamientos como el suyo: “Para los vecinos somos el hermano mayor, pero somos el hermano pobre de todas las administraciones”, afirmó el alcalde de Cangas de Onís, un municipio con menos de 6.500 habitantes y 64 pueblos, alguno con media docena de vecinos. “Estamos creando una Administración al borde del colapso, en la que los empleados municipales trabajan tres veces más que hace seis años, pero la licencia para reparar un hórreo tarda un año. Tanto retraso por normativas y leyes absurdas hacen que los ciudadanos pierdan la confianza en las instituciones. Simplifiquemos y cambiemos la ley de contratos”, pidió.
Iván José Vicente García, director de la zona norte de Asturagua. El director de la zona norte de Asturagua, alertó del “envejecimiento que presentan las infraestructuras hidráulicas de gran parte de la región” e hizo un llamamiento a los ayuntamientos “para que sean capaces de reflejar los costes de esas inversiones en las tarifas”. El responsable de Asturagua reclamó una reflexión acerca del coste del agua. “El agua del grifo tiene un precio ridículo, las cosas con un precio tan bajo no se llegan a valorar”, planteó Iván José Vicente, quien sostuvo que “los servicios tienen que ser sustentables” y precisó que las tuberías “tienen una vida útil de 50 años, hay que aumentar esa inversión”.
Paz Orvíz, gerente de Cogersa. Aprovechó el foro del municipalismo para recordar que en 2025 entrará en vigor la obligatoriedad de que todos los ayuntamientos cuenten con «una tasa específica, diferenciada del resto de servicios, que cubra los costes reales de la gestión de residuos. El establecimiento de estas tasas será una de las tareas que deban afrontar en 2024 los responsables municipales que salgan elegidos en las elecciones locales del próximo 28 de mayo. “Venía positiva, pero me estoy viniendo abajo con todas las dificultades que estáis planteando con toda razón. Las cosas hay que gestionarlas”, confesó la responsable del consorcio regional encargado de la gestión de basuras.
Gobierno tránsfuga del "pesebre" en el Ayuntamiento de Llanes
Una de las cuestiones que como ciudadano residente en Llanes me llama la atención es, ¿Dónde estaba el alcalde de Llanes, Enrique Riestra, que no fue a dicho foro a cantar sus “penas” de mal gestor, ¿con las que nos deleita en todos los plenos que se celebran en el Ayuntamiento de Llanes? Con 13.500 habitantes, Llanes es un municipio que tenía motivos para estar presente en dicho foro, donde podía haber planteado aquellas cuestiones y problemas que le afectan a sus ciudadanos. Sin embargo, vuelve a aflorar la indolencia y el abandono con los intereses de los llaniscos, el mismo que lleva ocho años reinando con el gobierno tránsfuga de, (VecinosxLlanes, PP, Suma Principado y tránsfugas). En lo único que han sido constantes es ser sectarios con aquellos ciudadanos que les pedían cuentas de su negligencia, para ello aplicaban su lema es; “a los amigos todo, a los enemigos nada y a los indiferentes la legislación vigente… Si la ganan en los tribunales”. Su ausencia del foro municipalista, es un claro ejemplo de que los 3.621 euros que tiene al mes de liberación como, la tránsfuga Marian de la Llana y Juan Carlos Armas (PP), son completamente inmerecidos viendo su pésima gestión y defensa que hace de las necesidades de los llaniscos. Su único pensamiento en este momento, visto que no puede sacar la chequera de prebendas del Ayuntamiento para comprar voluntades políticas en el mercado de Posada, es recoger el despacho y dejarlo lo más vacío que pueda para que él próximo alcalde que venga, tenga las manos lo más atadas posibles. Para ello estoy seguro qué agotará el remanente de tesorería y dejara el pufo bancario de la compra del Cinemar, que sitúo al municipio de Llanes en el 16 más endeudado de los 78 municipios que existen en la comunidad asturiana según el Ministerio de Hacienda. Su pensamiento se puede sintetizar en la siguiente expresión, “para lo que le queda en el convento (alcaldía del Ayuntamiento de Llanes) me cago dentro”.
Muchos han sido los despropósitos que hemos tenido que escuchar los ciudadanos residentes de Llanes de dicho gobierno municipal, todos los shows a los que nos tenían acostumbrados no tenían más que un objeto, tapar la incompetencia y negligencia de su gestión municipal. Lo vimos ayer en el reconocimiento explícito de que el Ayuntamiento de Llanes por sí solo, no es nadie a la hora de resolver los problemas de los llaniscos, se necesita la colaboración de otras administraciones. El problema surge cuando desde el gobierno del Ayuntamiento de Llanes se obra con negligencia y temeridad acusando a todo el mundo de su propia incompetencia, cuando las vergüenzas las está viendo todo el mundo incluso el que pretende engañar a los demás, el argumento y escusas que se utilizan se caen por su propio peso dejando a los trileros a los pies de los caballos.
Les quedan por cobrar tres nóminas a los mantenidos del “pesebre” municipal en Llanes, Riestra, Armas, Elviro, Valladares y los tránsfugas Iván y Marian más él asesor nombrado a dedo por Riestra. El municipalismo político en Llanes tiene una deuda con los llaniscos, que viene de gobiernos que piensan más en sus intereses que en los ciudadanos a los que representan. Estos últimos ocho años de “Riestocracia” han sido una inmundicia política, donde los intereses y necesidades han sido esquivadas, donde los ciudadanos han visto pasar delante de su cara oportunidades para que Llanes creciera y se desarrollara, donde los servicios públicos como el saneamiento público, el suministro de agua, las ayudas sociales, etc., languidecieron hasta extremos indecentes mientras se presentaban remantes netos positivos de tesorería, donde se priorizaron las necesidades de una minoría como fue invertir en cuestiones como el campo de golf mientras se desatendían necesidades de una mayoría como fueron la educación de las escuelas de 0 a 3 años, donde el dialogo con la ciudadanía y la trasparencia de lo que se hacía gala en las promesas del gobierno salido de las urnas se convirtió en una pesadilla, este fue un gobierno completamente opaco a la gestión pública, donde sectores económicos motores de la economía llanisca como él turismo han quedado relegados desde el municipalismo llanisco, el mejor ejemplo es la desidia con que se actuó con la Antena Cameral que Llanes perdió en beneficio de Ribadesella, donde los llaniscos se han cansado de sujetos abyectos (que comete actos despreciables o viles) que venden a la ciudadanía como si fuese caviar iraní, amén de apaños y tropelías cometidas durante este último mandato... Ha llegado la hora de los llaniscos y Llanes, la misma que marca el fin de un gobierno inútil, indolente e incompetente, que se baña en su egolatría y que por tanto los ciudadanos deben de mandar al baúl de los recuerdos más indignantes de nuestra memoria.
Ya lo dijo Maquiavelo: “El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo”.
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