CUBOS DE LA MEMORIA, LLANES MERECE MÁS: ANÁLISIS DE UN GOBIERNO SANGUINARIO Y UNA OPOSICIÓN AUSENTE CON LOS LLANISCOS

 

Ayer se publicaba en el prensa regional que el Ayuntamiento de Llanes ha iniciado la restauración de la primera fase de los “Cubos de la Memoria”, obra del artista Agustín Ibarrola situada en el puerto de la villa. La intervención, adjudicada a Sabbia Conservación y Restauración S.L. por 150.622,22 euros, forma parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) de Llanes, financiado con fondos Next Generation EU que fueron aprobados en diciembre del año 2021 bit.ly/47QunSL Los trabajos abarcarán 300 caras de 130 bloques de hormigón y comprenden análisis del estado de color, limpieza, repintado con materiales originales y documentación final.

Foto: los concejales del gobierno fascista por la izquierda a derecha: Mónica Remis, Juan Carlos Armas, en el centro la restauradora y a la derecha los concejales Enrique Riestra y Aurora Aguilar.

Durante la visita a las obras, el alcalde fascista de VecinosxLlanes, Enrique Riestra y sus secuaces del PP, subrayó que la restauración ha sido posible gracias a la mejoría económica del Ayuntamiento desde 2020. Recordó que años atrás el consistorio estaba lastrado por la deuda, lo que impidió atender la petición del propio Ibarrola, quien ya en 2008 reclamaba una restauración urgente.

Riestra destacó que el gobierno municipal cumplió con su compromiso de eliminar la deuda, mejorar el asfaltado y desbroce rural, y adquirir el Cinemar como equipamiento cultural. Señaló que, una vez saneadas las cuentas, se pudieron buscar fondos europeos para restaurar una obra que “merecía lucir así desde hace mucho”. Además, afirmó que ahora el Ayuntamiento está en condiciones de garantizar su mantenimiento futuro, y que por ello “debemos sentirnos satisfechos”.

La concejala de Turismo, Aurora Aguilar (PP), añadió que esta rehabilitación es una de las actuaciones más demandadas del PSTD y celebró la recuperación del color y el esplendor originales.

El plan “Llanes en el Camino”, dotado con 2,2 millones de euros, incluye también otras actuaciones ya realizadas, como un pumptrack, un rocódromo, mejoras urbanas, iluminación inteligente, equipamiento turístico e instalaciones para bicicletas eléctricas bit.ly/3XFXWAq

La mentira es un viejo animal político. Vive en los pasillos del poder, se alimenta del ruido y busca siempre un oído dispuesto. En tiempos de incertidumbre, crece; en tiempos de crispación, se hace fuerte. No necesita argumentos ni pruebas: solo necesita repetirse hasta que parezca verdad como implantaron los nazis en Alemania en la década del siglo pasado de los años 30. Así conquista voluntades, así fractura comunidades, así siembra desconfianza entre quienes deberían caminar juntos.

En el paisaje político actual como sucede en Asturias y Llanes en particular, algunos partidos han hecho de la mentira su principal herramienta. No importa el signo ni el color: cuando la ambición desborda a la responsabilidad, surge la tentación de manipular. Pero hay partidos políticos como, VecionosxLlanes y PP,  que convierten esta tentación en método, que sustituyen el debate por el insulto a la inteligencia de los ciudadanos, la crítica por el bulo, la realidad por un relato fabricado a medida de sus intereses. La mentira, en sus manos, se vuelve un proyectil: se lanza para dividir, para enfrentar, para sembrar sospechas allí donde antes había convivencia.

La política local no es ajena a este fenómeno. Muchas veces, quienes aspiran a representar a sus vecinos optan por la vía fácil del engaño: exagerar problemas, inventar culpables, simplificar hasta lo ridículo situaciones complejas. Se distribuyen rumores como si fueran certezas, se manipulan datos hasta vaciarlos de sentido, se agitan miedos para ganar adhesiones. Y mientras tanto, la verdad —esa verdad tan necesaria para construir un pueblo digno— queda arrinconada, debilitada, casi invisible bajo el estruendo de las acusaciones.

Lo más peligroso no es que se mienta, sino que la mentira consiga instalarse como norma. Cuando el ciudadano se acostumbra a la manipulación, cuando ya no distingue el bulo de la información, cuando todo vale y nada importa, la democracia se vuelve frágil. La confianza se pierde, el respeto se erosiona, y los pueblos como Llanes, como tantos otros— se convierten en escenarios de confrontaciones estériles donde unos señalan y otros se defienden, pero pocos construyen.

La responsabilidad, entonces, no recae solo en quienes promueven la mentira, sino también en quienes la escuchan sin cuestionarla. Debemos aprender a desconfiar de los discursos que nacen del engaño interesado, de quienes prometen soluciones simples a problemas complejos, de quienes buscan enemigos antes que acuerdos, de quienes hacen de la opacidad su medio para hacer política. La democracia se defiende con luz, no con sombras; con argumentos, no con gritos; con honestidad, no con trampas.

La mentira es poderosa, sí, pero su poder depende, de quienes la aceptan sin cuestionarla. Y es ahí, en esa frontera íntima entre escuchar y creer, donde cada ciudadano puede elegir si quiere ser cómplice de la manipulación o guardián de la verdad. Porque al final, la salud de un pueblo —su convivencia, su dignidad, su futuro— depende de esa elección silenciosa que hacemos cada día.

Ayer el indecente que hoy ocupa la alcaldía de Llanes, “perro” Riestra utilizo la mentira para esconder lo que es un secreto a voces en todo Llanes, los cubos de la memoria le importan una mierda a este parado que encontró en la política su refugio para cobrar lo que no gana en la vida civil al ser un parado sin oficio ni beneficio. Agustín Ibarrola reclamó al Ayuntamiento de Llanes la restauración de la primera fase de Los Cubos de la Memoria en el año 2008, entonces gobernaba el Ayuntamiento de Llanes un socialismo decrépito y tóxico para los llaniscos, desde ese año hasta el año 2015 estuvieron sin hacer nada por el principal emblema que hoy tiene Llanes para ser conocido en el mundo. Posteriormente en el año 2015 entró en el gobierno el fascismo de Vecinos y PP que estuvieron algo más de seis años sin hacer absolutamente nada por dicho emblema. Fue gracias al dinero proveniente de Europa por la pandemia del Covid-19 con los fondos Next Generation EU lo que propició que hoy Llanes pueda ver restaurado su principal emblema. Sin dicho fondos europeos probablemente hoy estarían sin restaura con estos verdugos que hoy están al frente del gobierno municipal. Voy a hacer un cálculo sobre parámetros reales  de lo que supone para Llanes dicha obra de Ibarrola en términos económicos para los llaniscos.

Estimación del impacto de Los Cubos de la Memoria en Llanes

1. Parámetros añadidos

Introducimos seis grupos de parámetros para afinar el cálculo:

A) Visitantes totales a Llanes

  • Turistas anuales aproximados (hospitalidad + viviendas vacacionales): 420.000
  • Excursionistas (no pernoctan): 230.000
     Total: 650.000 personas/año

B) Porcentaje de visitantes que van al puerto

El puerto de Llanes es uno de los tres puntos más visitados del concejo.

  • Estimación realista: 55% de los visitantes totales.
    357.500 personas/año

C) Porcentaje de los que acuden motivados por los Cubos

No todos van SOLO a ver los Cubos, pero muchos sí los buscan:

  • Turistas: 40%
  • Excursionistas: 30%
    Media ponderada: 36%

Visitantes motivados total:
357.500 × 0.36 = 128.700 personas/año

D) Gasto medio específico asociado al atractivo

(Incluye hostelería en la zona portuaria, compras, fotos, etc.)

  • Turistas motivados culturalmente: 32 €/persona
  • Excursionistas: 18 €/persona

Ponderamos sabiendo que el 60% son turistas y el 40% excursionistas:

  • Gasto medio ponderado = 26.8 €/persona

E) Estancia ampliada gracias a los Cubos

Muchos turistas prolongan su visita al puerto por los Cubos (entre 20–40 minutos).

Impacto económico por prolongación:

  • Añadido promedio: 6 €/persona

F) Impacto promocional en redes y prensa

Valor de exposición anual estimado según modelo turístico:

  • 2–4 millones de visualizaciones orgánicas en fotos y posts.
  • Valor económico por equivalencia en campañas publicitarias:
    0,0025–0,005 €/visualización

Impacto mediático estimado:
Entre 50.000 y 200.000 € anuales

CÁLCULO FINAL AJUSTADO

1. Impacto directo (gasto inmediato de los visitantes)

128.700 visitantes × 26,8 € = 3.449.160 €

2. Impacto inducido (tiempo de estancia adicional)

128.700 × 6 € = 772.200 €

3. Impacto mediático anual

Entre 50.000 y 200.000 €

IMPACTO TOTAL ESTIMADO ANUAL (AJUSTADO)

Impacto económico directo: 3.449.160 €

Impacto inducido: 772.200 €

Impacto mediático: 50.000–200.000 €

IMPACTO TOTAL ANUAL AJUSTADO:

Entre 4,27 y 4,42 millones de euros al año de retorno para los llaniscos.

IMPACTO CULTURAL (no monetizable)

  • Llanes adquiere una identidad visual única en España.
  • Incremento notable del atractivo cultural.
  • Aparición constante en guías turísticas, blogs, redes y TV.
  • Diferenciación frente a otros puertos del Cantábrico.

El alcalde Enrique Riestra insiste en justificar el retraso de la restauración de la primera fase de Los Cubos de la Memoria apelando a la deuda heredada de gobiernos anteriores. Sin embargo, esta afirmación no se sostiene cuando se contrastan los datos con la realidad municipal. Basta revisar la gestión económica del Ayuntamiento desde que accedió al poder en 2015 para comprobar que el principal lastre no ha sido la deuda de otros, sino el gasto desmesurado en litigios, contenciosos y decisiones administrativas controvertidas durante su propio mandato.

En el pleno municipal del 30 de agosto de 2022, el concejal Miguel Polín expuso una cifra que retrata esa gestión: entre 2017 y 2022 el Ayuntamiento destinó 969.000 euros solo a procedimientos judiciales, recursos, indemnizaciones y conflictos derivados de decisiones políticas cuestionables. Es decir, seis veces más que el presupuesto necesario para restaurar los Cubos, una actuación que llevaba más de una década reclamándose.

Y lejos de corregirse esta tendencia, la situación se ha agravado con el paso del tiempo. Sumando las partidas posteriores, el total destinado a litigios y enfrentamientos administrativos supera ya los dos millones de euros. En el año 2024 se fueron 758.000 euros, y en 2025 el presupuesto municipal fija otros 250.000 euros para el mismo propósito. Estas cifras evidencian que el Ayuntamiento ha gastado más dinero en resolver conflictos generados por su propia forma de gobernar que en proyectos que generan riqueza, empleo y atractivo turístico para Llanes.

Todo ello revela un modelo de gestión pública que no prioriza el interés general, ni la inversión con retorno social y económico, ni el fortalecimiento del patrimonio cultural del municipio. Mientras actuaciones como la restauración de Los Cubos de la Memoria se retrasaban durante años alegando falta de recursos, el dinero público se destinaba a una espiral de procedimientos judiciales que no aportaron ni desarrollo, ni cohesión, ni beneficio alguno para los llaniscos.

Esta realidad demuestra que el problema no era la deuda heredada, sino la incapacidad política para orientar los recursos hacia proyectos útiles, productivos y necesarios, y la tendencia a desplazar la responsabilidad hacia gobiernos anteriores para justificar una gestión marcada por la improvisación y la falta de prioridades claras.

En un contexto como el de Llanes —que depende en gran medida del turismo, la cultura y la imagen pública—, destinar millones a litigios mientras se posponen actuaciones estratégicas no es solo un error: es un coste de oportunidad gigantesco, un freno al desarrollo local y una muestra inequívoca de que las decisiones tomadas no siempre han respondido al interés de los vecinos.

Para terminar el post quiero manifestar que al final, la historia reciente de Llanes no se escribe con grandes decisiones ni con ambiciones colectivas, sino con la suma de silencios, excusas y promesas que nunca llegaron a convertirse en realidad. Un gobierno municipal que presume de gestión mientras deja que los proyectos esenciales envejezcan en un cajón; que se envuelve en la bandera del sacrificio económico mientras derrama dinero en conflictos que él mismo provoca; que habla de responsabilidad mientras practica, una y otra vez, la huida hacia adelante. No hay valentía en culpar al pasado ni mérito alguno en justificar la inacción con fantasmas contables que ya nadie cree. Lo que hay es una forma de gobernar que se alimenta de la opacidad, que se protege en el victimismo y que teme, más que nada, la transparencia de los hechos.

Pero tan preocupante como la parálisis del poder es la tibieza de quienes deberían fiscalizarlo, la oposición socialista. Una oposición que llega siempre tarde, que denuncia a medias, que calla cuando debería rugir y que ha dejado escapar, una y otra vez, la oportunidad de desnudar públicamente las contradicciones de quienes gobiernan. Una oposición que parece más cómoda en el gesto que en la confrontación, más atenta al cálculo electoral que al deber moral de defender a los vecinos. En su pasividad, en su falta de estrategia y contundencia, han contribuido a que el engaño se normalice y a que los ciudadanos sientan que nadie habla realmente por ellos.

Así, gobierno y oposición han construido juntos un escenario donde la verdad es un ruido de fondo, un eco débil que apenas se distingue entre discursos vacíos, comunicados oportunistas y declaraciones que se deshacen al primer contraste con la realidad. Llanes merece más que estas dos fuerzas que se observan sin incomodarse, que se critican sin herirse, que se necesitan para seguir existiendo pero no para mejorar nada. Merece claridad, valentía, coherencia y compromiso. Merece representantes que entiendan que cada euro malgastado es una oportunidad perdida, que cada mentira tolerada es una fractura en la confianza pública, que cada proyecto retrasado es tiempo robado al futuro.

Porque mientras unos gobiernan sin rumbo y otros opositan sin coraje, son los llaniscos quienes pagan la factura: en dinero, en imagen, en orgullo y en desarrollo. Y es ahí donde se revela la verdadera derrota. No es la derrota de un gobierno, ni la de una oposición: es la derrota de un municipio que, pese a tenerlo todo para brillar, se ve atrapado en manos que no están a la altura de lo que Llanes merece. Y hasta que esa realidad no cambie, cualquier avance será siempre menor que el potencial que nos arrebatan.

Ya lo dijo Sócrates: “La verdad no cambia por ser ignorada”.

 

 

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