TURISMO, OLVIDO Y FASCISMO LOCAL: CÓMO LA ULTRADERECHA HA VACIADO DE POBLACIÓN EL ORIENTE DE ASTURIAS

  

Ayer se publicaba en la prensa regional que el concejo de Siero se ha convertido en protagonista demográfico en Asturias, al ser el único municipio de la región que alcanzó en 2024 el valor más alto de población de toda su historia. Así lo certifica la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), que situó la cifra oficial de habitantes en 52.514 personas, el máximo histórico del concejo. Según los datos municipales más recientes, correspondientes a agosto de 2025, el padrón ya superaba los 53.600 vecinos, lo que confirma una tendencia de crecimiento continuado.

El informe de (SADEI) destaca que el eje formado por los concejos de Llanera, Siero y Villaviciosa es el que más población ha atraído de forma constante desde 2005 hasta 2024. En todas las franjas temporales analizadas —de 2005 a 2024, de 2015 a 2024 y de 2022 a 2024— el aumento de habitantes se concentra en muy pocos municipios, todos ellos situados en el área central asturiana. Los mapas elaborados por la entidad reflejan con claridad cómo la población tiende a concentrarse en esa franja, que en los últimos años también incluye a Oviedo y Gijón.

Villaviciosa también figura entre los concejos destacados. Con 15.310 habitantes en 2024, alcanzó su cifra más alta de lo que va de siglo, aunque todavía está lejos del récord histórico de 1930, cuando llegó a superar los 24.000 vecinos. En cambio, Gijón, Oviedo y Llanera, pese a su relevancia, aún no han recuperado los máximos que registraron en 2011. Ese año, Oviedo alcanzó los 225.005 habitantes, frente a los 220.027 de 2024; Gijón pasó de 276.969 a 270.219, y Llanera de 14.066 a 13.936, aunque este último concejo ha vuelto a crecer en 2025, con más de 14.300 habitantes.

El estudio de SADEI advierte que el crecimiento de población en Asturias es muy desigual. Si se compara la situación actual con la de hace veinte años, sólo ocho concejos tienen hoy más habitantes: Oviedo, Siero, Villaviciosa, Llanera, Llanes, Noreña, Santo Adriano y Cabranes. Si la comparación se hace con una década atrás, apenas son siete los municipios que crecen, y el 85% de ese aumento se concentra en Siero y Villaviciosa. En cambio, entre 2022 y 2024 el número de concejos con crecimiento aumenta hasta veinte, incorporando municipios como Carreño, Corvera, Grado, Langreo o Santo Adriano, lo que apunta a una leve recuperación en los últimos años.

Los medios asturianos, como La Nueva España, El Comercio o El Fielato, han coincidido en resaltar este fenómeno. Subrayan que Siero es el motor demográfico de la región, con un crecimiento sostenido que se apoya en la expansión de su núcleo urbano, mientras que la zona rural mantiene un ligero descenso. Desde 2015, el concejo ha sumado más de 1.300 habitantes, consolidando su papel como uno de los municipios más dinámicos del centro de Asturias.

Este comportamiento confirma la tendencia a una Asturias de dos velocidades: una zona central con crecimiento, servicios e infraestructuras que atraen población, frente a amplias áreas rurales que continúan despoblándose. Además, el repunte regional no se debe a un incremento de nacimientos, sino principalmente al saldo migratorio positivo, es decir, a la llegada de nuevos residentes procedentes de otras partes de España y del extranjero.

En definitiva, Siero representa el ejemplo más claro de la concentración poblacional en el centro de Asturias frente a un Oriente de Asturias que se queda rezagado en el limbo que proporcionan gobiernos de ultraderecha como VecinosxLlanes y PP con alguno del PSOE. Su crecimiento constante, junto con el de Villaviciosa y Llanera, está transformando el mapa demográfico regional, que muestra un núcleo cada vez más fuerte entre Oviedo y Gijón y una periferia que, salvo excepciones, sigue perdiendo habitantes https://tinyurl.com/yc2z73ke

Población de los municipios del Oriente de Asturias en el periodo (2015-2024). Fuente: INE
 

Los datos del INE sobre la evolución de la población en el Oriente de Asturias entre 2015 y 2024 muestran un panorama demográfico desigual, aunque dominado por la pérdida de habitantes en la totalidad de los concejos que conforman dicha parte orográfica de Asturias.

1. Tendencia general: despoblación continua

Entre 2015 y 2024, casi todos los concejos del oriente asturiano han visto reducirse su población. Los descensos son especialmente marcados en los municipios de interior y de montaña, mientras que los costeros logran mantener mejor sus cifras.

  • Amieva pierde un 17 % de su población.
  • Cabrales desciende un 8,9 %, confirmando su tendencia regresiva.
  • Parres, Onís y las dos Peñamelleras también registran caídas notables.

Estos datos reflejan el impacto de la falta de relevo generacional, el envejecimiento y la emigración de jóvenes hacia las áreas urbanas del centro de Asturias.

2. Diferencias territoriales claras

La comparación entre municipios costeros e interiores revela un patrón definido:

  • Los concejos costeros (Llanes, Ribadesella, Ribadedeva, Caravia) presentan descensos menos sangrantes que el interior.
  • Los del interior y montaña (Amieva, Onís, Cabrales, Parres, Peñamelleras) sufren reducciones fuertes y sostenidas.

Esto evidencia la concentración de población en torno al litoral y las comunicaciones principales, mientras los valles interiores continúan perdiendo habitantes.

3. Balance regional

En conjunto, el oriente de Asturias pierde alrededor del 6 % de su población total desde 2015. Este fenómeno coincide con las tendencias detectadas por la SADEI y el INE: el crecimiento asturiano se concentra en el eje central Oviedo-Siero-Gijón, mientras las comarcas orientales y occidentales se vacían lentamente

Los datos del INE confirman que, desde 2015, el oriente asturiano sigue un proceso de despoblación estructural, con solo pequeños núcleos en crecimiento.
Los concejos con actividad turística, buena conexión o nuevos residentes rurales logran estabilizarse, pero la mayoría continúa perdiendo población, lo que refuerza la necesidad de políticas activas para fijar población, diversificar la economía y mejorar servicios en las zonas rurales.

La lectura real del despoblamiento que sufre Llanes revela una paradoja muy significativa: pese a ser uno de los concejos más dinámicos del oriente asturiano y contar con un potente sector turístico, su población lleva años descendiendo. Este hecho confirma que la actividad turística, aunque genera riqueza temporal y empleo estacional, no está logrando fijar población ni asegurar un crecimiento demográfico sostenible.

4. Llanes, un descenso silencioso pero constante con el gobierno de la ultraderecha de VecinosxLlanes y PP

Según los datos del INE, Llanes ha pasado de 13.694 habitantes en 2015 a 13.549 en 2024, lo que supone una pérdida de unos 145 vecinos (-1,06 %). Aunque la cifra puede parecer pequeña en términos absolutos, su valor simbólico es enorme: un concejo con tanta proyección turística, residencial y económica está perdiendo población incluso en los años de mayor flujo de visitantes.

Este retroceso rompe con la tendencia histórica de crecimiento que Llanes había mantenido en las décadas anteriores y lo sitúa en la misma senda que otros municipios rurales de Asturias, donde la despoblación se ha convertido en una amenaza estructural.

Envejecimiento y fuga de jóvenes

El problema no radica únicamente en el número de habitantes, sino en la composición demográfica. Llanes sufre un envejecimiento progresivo: el porcentaje de población mayor de 65 años no deja de aumentar, mientras los jóvenes en edad laboral y reproductiva se marchan por la falta de empleo estable y vivienda asequible. El turismo genera trabajos temporales, mal remunerados y ligados a la estacionalidad, lo que impide a muchos llaniscos desarrollar un proyecto de vida a largo plazo en su propio concejo.


 Foto: gobierno fascista del Ayuntamiento de Llanes de Vecinos y PP

Crisis del modelo turístico y vivienda inaccesible

El auge del alquiler vacacional y la especulación inmobiliaria han transformado el paisaje urbano y social de Llanes. Miles de viviendas se destinan hoy a usos turísticos, reduciendo drásticamente la oferta residencial y disparando los precios del alquiler y la compra. Esto provoca que muchos trabajadores del sector turístico y servicios —e incluso familias jóvenes llaniscas— se vean obligados a trasladarse a concejos vecinos o a vivir fuera del municipio, desplazándose cada día para trabajar.

A su vez, la saturación turística en verano y la falta de actividad el resto del año generan una economía dual: una explosión de consumo estacional seguida de meses de parálisis. Este modelo, lejos de fijar población, la expulsa.

Un turismo en crisis de identidad

La “crisis” del sector turístico en Llanes no significa un colapso económico, sino una crisis de modelo. El turismo masivo, centrado en la temporada alta y en la explotación intensiva del litoral, ha tocado techo. La sobrecarga de infraestructuras, la pérdida de autenticidad local y la precariedad laboral hacen que el turismo ya no actúe como motor social, sino como un sector que enriquece sin arraigar.

Cada verano llegan miles de visitantes, pero cada año se van más residentes. Llanes se convierte así en un territorio “habitado por turistas”, donde la población flotante crece mientras la población residente disminuye.

Conclusión: crecimiento económico sin arraigo social

La lectura real del despoblamiento de Llanes demuestra que el turismo, por sí solo, no garantiza el mantenimiento de la población. El concejo vive una contradicción profunda: prospera económicamente en verano, pero pierde vida durante el resto del año. El modelo actual ha generado riqueza, pero también dependencia, desigualdad y expulsión residencial.

Para revertir esta tendencia, Llanes necesita reorientar su desarrollo hacia un turismo sostenible y una economía diversificada, apostando por vivienda accesible, empleo estable, servicios públicos de calidad y medidas que favorezcan el arraigo de su población joven. De lo contrario, seguirá siendo un ejemplo claro de cómo un destino turístico puede enriquecerse y vaciarse al mismo tiempo.

Las conclusiones que podemos extraer con datos de SADEI y el INE, es que la gestión municipal y sus efectos en la población durante el decenio 2015-2024, tanto en Siero es un caso de éxito como en el Oriente asturiano es un claro caso de fracaso, especialmente Llanes con las enormes posibilidades que tiene y que el gobierno fascista de Vecinos y PP no saben poner en valor.

1. Asturias: dos modelos de gestión y dos velocidades

Durante la última década, los municipios asturianos se dividen en dos grupos bien diferenciados:

  • Zona central (Oviedo–Siero–Gijón–Villaviciosa–Llanera): crecimiento moderado pero sostenido, impulsado por políticas urbanas, servicios, infraestructuras y atracción de población trabajadora.
  • Zona oriental y rural (Llanes, Cabrales, Amieva, Parres, Peñamelleras…): pérdida de habitantes, envejecimiento y emigración juvenil, con gobiernos municipales que no han logrado frenar la despoblación.

Esta dicotomía refleja una diferencia de gestión y de modelo territorial.
Los concejos con una planificación urbana, industrial y de servicios activa (como Siero o Villaviciosa) prosperan; los que dependen casi exclusivamente del turismo estacional y sin control social (como Llanes) se vacían.

2. En el caso de Siero: gestión dinámica y orientada al crecimiento

Conclusión positiva sobre los gobiernos municipales sierenses:

  • Han promovido desarrollo urbano equilibrado y expansión de zonas residenciales, con buena conexión a Oviedo y Gijón.
  • Políticas locales de atracción de población joven y familias (oferta educativa, infraestructuras, vivienda).
  • Diversificación económica: el concejo no depende solo del turismo, sino de la industria, servicios y logística.
  • Resultado: récord histórico de población (52.514 en 2024 y +53.600 en 2025).
  • Imagen: Siero se consolida como motor demográfico y económico de Asturias.

👉 En resumen: políticas activas, urbanismo planificado y tejido productivo diversificado = crecimiento sostenido.

 3. En el caso de Llanes: gestión conservadora, dependiente y con efectos regresivos

Conclusiones críticas sobre los gobiernos municipales (VecinosxLlanes y PP, con apoyos del PSOE en algunas etapas):

  • Desatención al problema habitacional: no se han implementado medidas eficaces contra la especulación ni para aumentar la vivienda asequible.
    Resultado: expulsión de población joven por precios inasumibles.
  • Modelo turístico insostenible: dependencia total del turismo estacional, sin políticas de desestacionalización ni diversificación económica.
    Resultado: riqueza temporal, precariedad laboral y paro invernal.
  • Ausencia de políticas de arraigo: nula inversión en servicios permanentes, educación, cultura o empleo estable.
    Resultado: envejecimiento progresivo y fuga juvenil.
  • Pérdida de identidad local y planificación urbana deficiente: el auge del alquiler turístico y el abandono del residente han generado un “vaciamiento social” del concejo.

Datos que evidencian el fracaso del modelo:

  • Pérdida de 145 habitantes entre 2015 y 2024 (-1,06 %).
  • Envejecimiento constante de la población.
  • Crecimiento económico sin beneficio demográfico.

👉 En resumen: un modelo de gestión cortoplacista, centrado en el turismo de verano y en la política de imagen, sin estrategia para retener población ni crear estabilidad social.

4. Balance político del decenio (2015-2024)

Región / Concejo

Tendencia demográfica

Tipo de gestión

Resultado global

Siero

Crecimiento histórico (+1.300 hab.)

Urbanismo planificado, diversificación económica

Ejemplo de éxito

Villaviciosa

Crecimiento moderado, acercándose a su mejor cifra del siglo

Turismo controlado + atracción residencial

Evolución positiva

Llanera

Recuperación leve tras pérdida en 2011

Desarrollo industrial y logístico

Estabilización

Llanes

Descenso continuo (-1 %)

Turismo masivo, vivienda inaccesible, ausencia de políticas juveniles

Fracaso social y demográfico

Cabrales, Amieva, Peñamelleras

Caídas graves (> 8 %)

Falta de inversión y servicios

Despoblación estructural

5. Conclusión general del decenio

En el periodo 2015-2024, los gobiernos municipales del oriente asturiano no han sido capaces de revertir la despoblación ni de transformar el modelo económico. Han gestionado el turismo como un fin en sí mismo, sin convertirlo en un motor de arraigo social ni de desarrollo sostenible.

Mientras tanto, los gobiernos de la zona central (especialmente en Siero, Villaviciosa y Oviedo) han demostrado que la planificación territorial, el acceso a vivienda, la diversificación industrial y los servicios públicos son factores decisivos para atraer y retener población.

Termino el post afirmando que el oriente asturiano vive hoy su hora más baja. Lo que antaño fue un territorio lleno de vida, con parroquias habitadas, escuelas abiertas y proyectos en marcha, se ha convertido en un mapa de pueblos vacíos, casas cerradas y juventud emigrada. Y no es fruto del azar ni de la fatalidad demográfica: es el resultado directo de una década de políticas municipales erradas, marcadas por la incapacidad y el cortoplacismo de los gobiernos de derechas —especialmente los de VecinosxLlanes y el Partido Popular, cómplices de una decadencia que ellos mismos niegan mientras se hace visible en cada calle y cada aldea. Durante años, estos gobiernos han confundido gestión con propaganda, y desarrollo con turismo masivo. Han vendido el alma del territorio a cambio de veranos saturados, alquileres imposibles y beneficios para unos pocos, dejando tras de sí un invierno desolado y silencioso. Llanes, el que debía ser faro del oriente, ha terminado convertido en un decorado turístico sin habitantes, en un municipio que prospera de puertas afuera mientras muere por dentro.

La ultraderecha local de Vecinos y PP ha gobernado pensando en el visitante, no en el vecino. En lugar de proteger la vivienda para las familias, ha alentado la especulación. En vez de invertir en servicios públicos, transporte, cultura o vivienda social, ha apostado por los eslóganes vacíos. Ha permitido que los pueblos se queden sin jóvenes, que las escuelas cierren y que la vida cotidiana sea sustituida por un escaparate para turistas que solo permanecen unas semanas.

El resultado está a la vista: Llanes pierde población incluso en los años de bonanza económica y récord turístico. Los jóvenes se marchan porque no pueden vivir donde nacieron; los mayores envejecen sin relevo; el concejo se apaga, mientras sus dirigentes presumen de cifras de visitantes y fotos de verano, pese a que cada vez son menos como nos ofrecen los últimos datos publicados. Es el triunfo de la miopía política, del populismo localista y del desprecio por el futuro.

En contraste, la Asturias central —con Siero a la cabeza— demuestra que otra forma de gobernar es posible. Claro que también hay que decir que el PSOE en Siero y Villaviciosa es diferente al que hoy existe en Llanes, donde sus silencios son clamorosos pese al grave deterioro que existe… Se han quedado mudos. Políticas de vivienda, diversificación económica, servicios modernos y planificación urbana inteligente generan arraigo, empleo y esperanza como se ha demostrado de Siero y Villaviciosa. Mientras otros municipios como los del Oriente de Asturias se vacían entre la inercia y la soberbia ideológica.

El oriente asturiano no está condenado: ha sido abandonado. Y mientras el poder municipal siga en manos de quienes gobiernan desde el desprecio, la improvisación y el dogmatismo, la despoblación no será una tendencia, sino una sentencia. Solo cuando los concejos recuperen una visión de futuro —social, sostenible y humana— podrán volver a ser lo que fueron: territorios vivos, no meros paisajes de postal.

Ya lo dijo Montesquieu: “La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principios sobre los cuales fue fundado”.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ASTURIAS SIN CASA: LA DÉCADA PERDIDA QUE AXFIXIA A GIJÓN Y CONDENA A LLANES AL ABANDONO

En Asturias, el acceso a una vivienda digna se ha convertido en uno de los desafíos sociales más urgentes, reflejo de un problema que esta...