LLANES, DE OPORTUNIDAD A HUNDIMIENTO: EL BALANCE QUE DESNUDA AL FASCISMO DE VECINOS Y PP

 

Hoy se publica en la prensa que el Ayuntamiento de Llanes ha implantado por primera vez un conjunto de criterios unificados para tramitar las licencias urbanísticas, con el fin de mejorar la seguridad jurídica, la coherencia técnica y la eficiencia en estos procedimientos. La nueva Instrucción, elaborada por la Concejalía de Urbanismo tras años de experiencia y situaciones diversas en las modificaciones de proyectos, sistematiza todos los supuestos posibles y ofrece una guía clara tanto para técnicos como para ciudadanos.

En vigor desde el 5 de noviembre y publicada en el BOPA, esta norma define tres escenarios según el estado del expediente: proyectos aún sin informe técnico, proyectos ya informados pero sin resolución, y expedientes ya resueltos. Para cada caso se establece cómo deben gestionarse las modificaciones, si deben adjuntarse al expediente original, abrir uno nuevo o exigir un Proyecto Refundido cuando existan cambios importantes o acumulación de modificaciones.

La Instrucción introduce además modelos orientativos de memorias urbanísticas para facilitar la labor técnica, refuerza la obligatoriedad del visado colegial en todos los proyectos y recuerda que la falta de este requisito implicará el desistimiento si no se corrige tras un único aviso. Finalmente, establece que los expedientes originales y los modificados se tramitarán en paralelo, manteniendo un estricto orden de entrada para garantizar transparencia y rigor administrativo https://tinyurl.com/4pvrdeb3

Aquí está un informe técnico objetivo, que refleja claramente la situación de caos urbanístico que Llanes vive desde que la ultraderecha (VecinosxLlanes) en coalición con la derecha extrema (PP) alcanzó el gobierno municipal de Llanes:

Informe sobre la situación urbanística en el municipio de Llanes (2015–2025)

Evolución, incidencias y consecuencias para los ciudadanos

1. Introducción

Desde la toma de posesión del nuevo equipo de gobierno municipal en junio de 2015, el Ayuntamiento de Llanes ha experimentado un progresivo deterioro en la gestión urbanística. Este informe recopila los principales problemas surgidos en el ámbito de las licencias, los expedientes de obra y la tramitación administrativa, así como su impacto sobre los vecinos, promotores y profesionales del municipio. El análisis se realiza a partir de información pública, testimonios de afectados y la evolución objetiva de los procedimientos.

2. Retrasos en la obtención de licencias urbanísticas

Uno de los problemas más señalados durante este periodo ha sido la acumulación de retrasos en la concesión de licencias, afectando tanto a obras mayores como menores. Entre los elementos más relevantes se encuentran:

2.1. Incremento significativo de los tiempos de tramitación

  • Se han registrado expedientes que superan ampliamente los plazos máximos legales, llegando en algunos casos a un periodo de años para licencias que, en condiciones ordinarias, deberían resolverse en meses.
  • La falta de personal técnico suficiente y la ausencia de criterios homogéneos han provocado cuellos de botella administrativos.

2.2. Acumulación de expedientes sin resolver

  • Numerosas licencias han quedado en situación de silencio administrativo negativo, generando incertidumbre jurídica.
  • Ha sido habitual que se solicite información adicional repetidamente, sin un criterio claro, ralentizando aún más la tramitación.

2.3. Ausencia de un sistema informático eficaz

  • No se ha implantado un sistema moderno de seguimiento de expedientes.
  • Los ciudadanos carecen de mecanismos claros para consultar el estado de su licencia, obligándolos a acudir presencialmente o solicitar información por escrito, a menudo sin obtener respuesta rápida.

3. Problemas estructurales en el área de Urbanismo

3.1. Falta de planificación y criterios unificados

Hasta la reciente Instrucción publicada en el año 2024, la gestión se ha caracterizado por:

  • Criterios técnicos cambiantes según el expediente.
  • Interpretaciones inestables de la normativa urbanística.
  • Ausencia de protocolos claros para modificaciones de proyecto.

Esta situación ha generado inseguridad jurídica tanto para vecinos como para arquitectos y promotores.

3.2. Carencias de personal técnico y rotación constante

  • El área ha sufrido periodos prolongados con plazas vacantes, sin reposición adecuada.
  • La rotación de técnicos ha dificultado mantener continuidad y coherencia en la interpretación urbanística.

3.3. Dependencia excesiva de informes externos

En determinados periodos, el gobierno fascista del Ayuntamiento de Llanes se ha apoyado en informes de profesionales externos, lo que ha incrementado:

  • Los tiempos de espera.
  • La disparidad de criterios.
  • El coste indirecto para los ciudadanos.

4. Consecuencias para los vecinos y la economía local

4.1. Paralización de obras y proyectos

La lentitud en las licencias ha provocado:

  • Suspensión o retraso de reformas de viviendas particulares.
  • Imposibilidad de iniciar proyectos empresariales.
  • Pérdida de oportunidades de inversión en el concejo.

4.2. Inseguridad jurídica

Los vecinos se han encontrado con:

  • Cambios súbitos en la interpretación normativa.
  • Requerimientos de documentación contradictorios.
  • Riesgo de desistimiento involuntario por plazos o errores administrativos.

4.3. Perjuicio económico directo

Los retrasos han generado:

  • Incremento de costes en materiales y mano de obra debido a la espera.
  • Penalizaciones contractuales.
  • Pérdida de subvenciones por no cumplir plazos.

4.4. Deterioro de la confianza en la administración

La percepción ciudadana general se ha visto comprometida por:

  • La falta de transparencia.
  • La sensación de descontrol administrativo.
  • La incapacidad municipal de dar respuesta ágil a necesidades básicas.

5. Medidas recientes y limitaciones

Aunque en el año 2024 se ha aprobado una instrucción interna para ordenar las modificaciones de proyectos, esta llega después de casi una década de problemas acumulados.

Dicha instrucción:

  • Mejora la coherencia documental.
  • Establece escenarios claros de tramitación.
  • Introduce modelos de memoria urbanística.

Sin embargo, no resuelve por sí sola los problemas estructurales:

  • La escasez de personal.
  • La acumulación histórica de expedientes.
  • La falta de un sistema digital integral.
  • La disparidad de criterios que ha caracterizado los últimos años.

6. Conclusión

Desde el año 2015, Llanes ha vivido un periodo prolongado de inestabilidad, retrasos e ineficiencia en su gestión urbanística, afectando gravemente tanto a particulares como a la actividad económica del municipio.

La saturación del área de Urbanismo, la falta de planificación y la ausencia de criterios estables han generado un auténtico caos administrativo que todavía hoy tiene consecuencias visibles.

Las medidas recientes suponen un avance insuficiente, sin una reorganización profunda, una mayor dotación de recursos y un compromiso real con la eficiencia administrativa y la seguridad jurídica.


Inversiones captadas por distintos municipios asturianos. La foto que avergüenza a cualquier llanisco que tenga un mínimo de pudor del fascista gobierno de mangantes que hoy gobierna en el Ayuntamiento de Llanes

Aquí está un resumen de incoherencias en materia de inversión pública en el municipio de Llanes desde que el fascismo municipal alcanzó el gobierno en el año 2015:

Resumen de incoherencias en la política de inversiones municipales en Llanes (2015–2025)

Desde 2015, la gestión municipal en Llanes ha mostrado una serie de decisiones de inversión que resultan difícilmente coherentes con las necesidades reales del municipio, especialmente en áreas como la administración urbanística, la modernización de servicios y la atención a los vecinos. A continuación se recogen las incoherencias más relevantes:

1. Prioridad a proyectos recreativos frente a servicios esenciales

Uno de los ejemplos más citados es la priorización del Cinemar, un proyecto cultural y recreativo que ha recibido importantes recursos (algo más de 6 millones de euros) mientras que necesidades básicas permanecían sin resolver. Esto genera contradicción, dado que:

  • El área de Urbanismo ha presentado un déficit evidente de recursos, sin inversión suficiente en digitalización, personal técnico o modernización del sistema de expedientes.
  • Los vecinos continúan soportando trámites lentos, presenciales y con escasa transparencia, pese a que la digitalización es una obligación legal y una demanda social.

La apuesta por proyectos de ocio contrasta así con la falta de inversión en servicios públicos esenciales para el día a día de ciudadanos y empresas.

2. Carencias en la digitalización frente a gastos en actividades no prioritarias

Durante esta década, se han impulsado iniciativas culturales, turísticas o festivas con presupuestos notables, mientras que:

  • No se ha implantado un sistema telemático integral para licencias, padrones o consultas administrativas.
  • Llanes continúa con procedimientos altamente manuales, generando cuellos de botella y retrasos.
  • La falta de inversión tecnológica impide cumplir con los estándares mínimos de eficiencia administrativa.

La incoherencia radica en la falta de equilibrio entre inversiones de carácter promocional o electoralista y la modernización de servicios públicos.

3. Infrafinanciación del Área de Urbanismo pese a ser un servicio de alta demanda

A pesar de que Urbanismo es uno de los departamentos con mayor carga administrativa, las inversiones destinadas a:

  • refuerzo de personal técnico,
  • formación específica,
  • herramientas de gestión documental,
  • actualización normativa, son considerablemente inferiores a lo requerido.

Mientras tanto, se han financiado proyectos visibles, pero de menor impacto estructural, lo que agrava la percepción de abandono y desidia con lo fundamental de los intereses de los llaniscos.

4. Inversiones de gran visibilidad pública frente a necesidades básicas postergadas

La actuación municipal ha tendido a impulsar proyectos que generan visibilidad política, como:

  • rehabilitaciones selectivas,
  • eventos culturales recurrentes,
  • mejoras estéticas o turísticas

Mientras que problemas estructurales que son vitales para los llaniscos quedan relegados a intereses electorales como:

  • mantenimiento de infraestructuras,
  • modernización del servicio de licencias,
  • renovación de equipos administrativos, han quedado en segundo plano durante años.

Esto refuerza la sensación de que se prioriza la imagen pública sobre el funcionamiento interno del Ayuntamiento.

         Foto: miembros del gobierno fascista del Ayuntamiento de Llanes
 

5. Falta de coherencia entre el discurso de eficiencia y la realidad de los servicios

El Ayuntamiento ha defendido en diversas ocasiones una apuesta por la simplificación administrativa y la eficiencia; sin embargo:

  • Los tiempos de resolución de licencias se han alargado de forma sostenida de forma incomprensible.
  • No se ha invertido lo suficiente en digitalización, a pesar de ser la vía más directa para agilizar procedimientos.
  • La reciente Instrucción urbanística (2024) fue necesaria para poner orden en un sistema saturado por años de falta de inversión y planificación.

Esto genera una clara contradicción entre el discurso y la ejecución presupuestaria real del inútil concejal de Urbanismo y Patrimonio, Juan Carlos Armas (PP), el cual cada vez que habla sube el pan para los llaniscos.

La conclusión es que desde el año 2015 se observa un patrón de inversión desequilibrado e incoherente del gobierno fascista de Vecinos y PP: se han destinado recursos a proyectos recreativos, visibles o de impacto mediático, mientras que ámbitos críticos para el bienestar y la actividad económica de los vecinos —como Urbanismo, digitalización, modernización administrativa o refuerzo técnico— han quedado relegados. El resultado es un municipio con servicios esenciales atrasados, procesos urbanísticos congestionados y una administración que no se ha adaptado a los estándares modernos pese a disponer de recursos para hacerlo.

La falta de captación de inversiones: un ejemplo evidente de la mala gestión municipal del gobierno fascista de Vecinos y PP

Uno de los indicadores más significativos del deterioro en la gestión municipal de Llanes durante la última década es la incapacidad del gobierno local para atraer inversiones externas, tanto públicas como privadas.

Mientras numerosos concejos asturianos —muchos con menos población, menor capacidad administrativa y presupuestos más modestos— han logrado captar fondos autonómicos, estatales, europeos y proyectos privados, Llanes ha permanecido estancado, sin registrar iniciativas relevantes de desarrollo económico, urbanístico o empresarial.

1. Más de una década sin nuevas inversiones destacables

Desde hace más de diez años, el Ayuntamiento:

  • No ha conseguido atraer ni un solo gran proyecto inversor, industrial, turístico, tecnológico o de servicios.
  • No ha impulsado estrategias activas de captación de fondos europeos (Next Generation, Feder, Feader), de los que sí han participado otros concejos.
  • No ha presentado proyectos competitivos a convocatorias autonómicas donde municipios similares han obtenido financiación para infraestructuras, rehabilitaciones, modernizaciones o digitalización.
  • Tampoco ha promovido suelo industrial o comercial atractivo para empresas, lo que ha limitado el interés privado.

El resultado es una década perdida, sin motores nuevos para el empleo, la innovación o el crecimiento económico.

2. Comparativa desfavorable con otros municipios asturianos

Mientras Llanes no ha captado inversión alguna, concejos como:

  • Cangas de Onís
  • Ribadesella
  • Siero
  • Nava
  • Parres
  • Sobrescobio
  • Aller
  • Tineo
  • Cabrales

han logrado atraer proyectos turísticos, industriales, de digitalización administrativa, rehabilitación urbana y mejoras en infraestructuras financiadas por diversas administraciones.

Esto evidencia no una falta de oportunidades, sino una deficiencia en la estrategia municipal para aprovecharlas.

3. Consecuencias directas para el municipio

La ausencia continuada de inversiones externas ha tenido un impacto claro en Llanes:

• Estancamiento del tejido económico

  • Menor diversificación económica.
  • Escasez de proyectos que generen empleo de calidad.

• Infraestructuras municipales obsoletas

  • Falta de modernización administrativa.
  • Ausencia de avances en digitalización de servicios.
  • Urbanismo sin recursos suficientes.

• Menor capacidad competitiva

Llanes, pese a su potencial turístico, natural y económico, no ha sido capaz de posicionarse como un destino atractivo para empresas o proyectos públicos con este gobierno de “perroflautas” parados.

4. Un síntoma directo de mala planificación

La incapacidad para atraer inversión durante más de una década no es casual ni inevitable.
Es el resultado de:

  • Falta de proyectos preparados y listos para optar a financiación.
  • Escasa participación en convocatorias oficiales.
  • Carencia de una estrategia municipal para dinamizar la economía local.
  • Ausencia de una oficina o unidad técnica que busque activamente inversión externa.
  • Excesiva burocracia y bloqueo urbanístico que desincentivan la participación de empresas.

Otros concejos con menos recursos han demostrado que, con planificación, es posible obtener financiación y generar desarrollo.

La conclusión es que el hecho de que en más de diez años Llanes no haya captado ni una sola inversión significativa constituye un ejemplo claro y contundente de mala gestión municipal. Esta carencia, contrastada con el éxito de otros concejos asturianos, revela una falta de estrategia, planificación y voluntad política para impulsar el desarrollo del municipio y mejorar la calidad de vida de los llaniscos.

Para terminar el post quiero manifestar que diez años después de que el actual gobierno municipal asumiera las riendas del Ayuntamiento de Llanes, el balance es tan elocuente como desolador. Lo que podría haber sido una etapa de modernización administrativa, impulso económico y mejora de los servicios públicos se ha convertido, en cambio, en un periodo marcado por la parálisis, la descoordinación y la ausencia de una visión estratégica para el municipio.

La gestión urbanística —núcleo vital para el crecimiento ordenado y la seguridad jurídica de cualquier concejoha quedado atrapada en una espiral de retrasos, criterios cambiantes y expedientes sin resolver. Y mientras los vecinos esperaban soluciones, modernización y eficacia, la respuesta institucional ha sido un silencio administrativo amplificado por la falta de inversión, planificación y capacidad técnica.

A esta situación se suma un hecho incontestable: Llanes ha dejado pasar una década de oportunidades. Una década en la que otros municipios asturianos han captado inversiones, ejecutado proyectos europeos, modernizado servicios, diversificado su economía y fortalecido su administración. Llanes en cambio, la inacción ha sido la norma y la pérdida de competitividad, la consecuencia.

Las prioridades presupuestarias han profundizado esta sensación de abandono: proyectos vistosos, inversiones cosméticas y actuaciones de cara a la galería han prevalecido sobre las necesidades estructurales —Urbanismo, digitalización, refuerzo técnico, planificación territorial— que son las que verdaderamente sostienen el futuro de un municipio.

El resultado es una Llanes que avanza más por inercia que por dirección, un concejo que podría liderar y prosperar, pero que se encuentra frenado por una gestión incapaz de entender que gobernar no es administrar el día a día, sino preparar el mañana.

Este epílogo no cierra una etapa: la evidencia de estos diez años obliga a abrir una nueva, una en la que Llanes recupere rumbo, ambición y responsabilidad institucional. Una etapa donde el interés general vuelva al centro de las decisiones y donde la eficiencia, la transparencia y la planificación sustituyan al desorden, la improvisación y el conformismo.

Porque lo que está en juego no es una legislatura:
es el futuro de un municipio que merece mucho más que una década perdida.

Para terminar el post quiero manifestar que diez años después de que el actual gobierno municipal asumiera las riendas del Ayuntamiento de Llanes, el balance es tan elocuente como desolador. Lo que podría haber sido una etapa de modernización administrativa, impulso económico y mejora de los servicios públicos se ha convertido, en cambio, en un periodo marcado por la parálisis, la descoordinación y la ausencia de una visión estratégica para el municipio.

La gestión urbanística —núcleo vital para el crecimiento ordenado y la seguridad jurídica de cualquier concejoha quedado atrapada en una espiral de retrasos, criterios cambiantes y expedientes sin resolver. Y mientras los vecinos esperaban soluciones, modernización y eficacia, la respuesta institucional ha sido un silencio administrativo amplificado por la falta de inversión, planificación y capacidad técnica.

A esta situación se suma un hecho incontestable: Llanes ha dejado pasar una década de oportunidades. Una década en la que otros municipios asturianos han captado inversiones, ejecutado proyectos europeos, modernizado servicios, diversificado su economía y fortalecido su administración. Llanes en cambio, la inacción ha sido la norma y la pérdida de competitividad, la consecuencia.

Las prioridades presupuestarias han profundizado esta sensación de abandono: proyectos vistosos, inversiones cosméticas y actuaciones de cara a la galería han prevalecido sobre las necesidades estructurales —Urbanismo, digitalización, refuerzo técnico, planificación territorial— que son las que verdaderamente sostienen el futuro de un municipio.

El resultado es una Llanes que avanza más por inercia que por dirección, un concejo que podría liderar y prosperar, pero que se encuentra frenado por una gestión incapaz de entender que gobernar no es administrar el día a día, sino preparar el mañana.

Este epílogo no cierra una etapa: la evidencia de estos diez años obliga a abrir una nueva, una en la que Llanes recupere rumbo, ambición y responsabilidad institucional. Una etapa donde el interés general vuelva al centro de las decisiones y donde la eficiencia, la transparencia y la planificación sustituyan al desorden, la improvisación y el conformismo.

Porque lo que está en juego no es una legislatura:
es el futuro de un municipio que merece mucho más que una década perdida.

Ya lo dijo Eurípides: “El mal gobierno es el origen de todos los males”.

 

 

 

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