Para los filósofos clásicos de la ética de la virtud, concretamente, Platón y Aristóteles (siglos V y IV a. C.), la vida ética no es contraria a la naturaleza humana. Más bien, es la única vida mediante la cual el ser humano puede satisfacer o realizar al máximo las posibilidades de su vida. Por lo tanto, interesa vivir una vida ética y virtuosa en todos los ámbitos, en el personal, pero sobre todo en el ámbito público como es el ejercicio de representación política. El fin último, es la búsqueda del “bien mismo” sin limitaciones ni calificativos, perseguido conscientemente sin ambivalencia ni dobleces tiene que estar apoyado en la coherencia cuando hablamos de los políticos.
Podríamos decir sin ningún género de duda qué en política, debe existir coherencia, es decir, una relación lógica en las actuaciones de los políticos de modo que no se produzca contradicción entre lo que se dice y lo que se hace. De esa manera, cualquier persona podrá determinar que los políticos actúan coherentemente aun estando en desacuerdo con las ideas que defiendan o discutan, pero sobre todo proporcionando a los simpatizantes, votantes o afiliados toda la información que propicie que los mismos tomen decisiones coherentes. Cuando esto sucede, los políticos tienen rigor ya que sus actos y sus afirmaciones están sincronizados. A la ciudadanía le gusta la gente por su compromiso manifestado por, lo que dicen y lo que hacen. La otra cara de la moneda es la incoherencia, y se da cuando los políticos adoptan comportamientos anormales, irracionales e interesados que, o confunden a quienes los escuchan, o los desaniman al punto de que prefieren huir de ellos por apestados y falta de compromiso con los electores.
Hoy un diario regional nos vuelve a mostrar de forma nítida la peste de políticos sin coherencia que asola Llanes en el gobierno municipal del trasfuguismo, en la siguiente noticia, “Riestra y Avall definen La Talá como “la mayor especulación urbanística” de Asturias” https://cutt.ly/i0jcYlo En la misma el alcalde de Llanes afirma con respecto a la Talá lo siguiente, “es el paradigma de especulación urbanística más grande que tenemos en Asturias”. Conviene volver a recordar lo que el alcalde de Llanes dijo el 5 de noviembre en el programa de La Lupa https://cutt.ly/O0pAVti, cuando se le pregunto por el entrevistador sobre la Talá en el minuto 21:25, con respecto a la previsión de construcción de 90 chalets y VPO con el nuevo PGOU. Ante la afirmación del entrevistador al alcalde que la CUOTA había dicho que La Talá era suelo rústico no urbanizable él dijo, “me sorprende, no sé cuándo lo dijo” https://cutt.ly/20jbNEz Pues bien, hoy para bochorno de todos los ciudadanos que residimos en Llanes, nos dice el “mitómano” (mentiroso) Enrique Riestra, que lo que se iba a hacer en la Talá en el anterior plan urbanístico que fue derribado por los tribunales era especulación urbanística porque se recogía la construcción de 400 chalets. Sin embargo, con la tipificación de suelo rústico que tiene dicha finca actualmente, él con su PGOU que presentó el 28 de septiembre pretende construir 90 chalets y VPO, la pregunta es, ¿Esto no es especulación urbanística? Acaso cree que los ciudadanos de Llanes no ven la nula coherencia de sus afirmaciones con las acciones que acomete. Su PGOU viene con toda la opacidad posible además de querer meterlo a la ciudadanía llanisca con calzador, para ello emplea la regla, “esto son lentejas, si quieres las comes y sino las dejas”.
A todo lo anterior hay que añadir que, AVALL, en la noticia de hoy pide explícitamente que la Talá mantenga su calificación de suelo no urbanizable y las dos viviendas que existen queden como fuera de ordenación, de este modo solo un PGOU podría legalizarlas. Sorprende pues, que existiendo tan buena sintonía entre el alcalde del Llanes y algunos miembros de AVALL, este se saque de la manga la intención de construir en la Talá en contra de los intereses de sus amigos y de la sentencia que el TSJA pronunció sobre dicha finca. Da la sensación que el alumno (Riestra) es un mal estudiante ante la “prior” del convento que garantiza las esencias del concejo de Llanes.
Fuente: El Comercio
La coherencia política del alcalde de Llanes, Enrique Riestra, no pasa la prueba del algodón como tampoco la pasan los miembros que integran el equipo de gobierno municipal. El gobierno de Llanes como bien sabe la ciudadanía llanisca, nace muerto con respecto a la coherencia, al tener como pegamento única y exclusivamente el dinero que cobran de los presupuestos municipales, (8.705.644,96 PTS.), 52.321,98 € nos cuestan a los llaniscos cada uno de los nueve concejales este año 2022 https://cutt.ly/bNMfQrY, Los principios que deben sostener la decencia política de dichos concejales, están ausentes al validar como normal que tres trásfugas, Marián de la Llana, Priscila Alonso e Iván García, formen parte de un gobierno municipal. El “mitómano” Riestra hoy nos vuelve a mentir a los llaniscos, lo que hacen sus oponentes políticos es especulación urbanística, lo que hace él y sus mariachis de gobierno es… Gloria bendita urbanística.
Lo que parece evidente después de la larga travesía que llevan viviendo del erario público estos personajes, no dejará de mostrarnos todavía alguna contradicción más entre lo que dicen y lo que hacen. La “caradura” que tiene, Enrique Riestra, y los mariachis que le acompañan en esta aventura de gobierno municipal, se encuentra en la fase final. Sus algo más de siete años que han vivido de la “sopa boba” política se acerca a su fin… Suerte para los llaniscos y desgracia de quien ha hecho de la política su medio de vida.
Ya lo dijo Aristóteles: “No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”.
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