Hoy se publica en un diario regional,
una entrevista con la actual alcaldesa de Gijón que cuando uno la lee, no puede
por menos pensar el sentimiento que anida dicha responsable política con sus
compañeros del PSOE y con la democracia interna de su organización política.
Fuente: El Comercio
La primera impresión que uno tiene cuando lee frases como esta, “que el POSE no me permitiera repetir fue por cuestiones personales, las políticas de Gijón son las de otras ciudades”, es que esta persona vive una distorsión acentuada del llamado “efecto Rashomon” (término empleado en Psicología para definir un fenómeno producido por la subjetividad que se registra a la hora de contar una misma historia). Según dicho efecto, si diversos individuos que han vivido una misma situación cuentan su versión, ninguna coincidirá en su totalidad, pero todas serán razonablemente veraces, y por tanto ninguna será falsa. Sin embargo, la situación vivida en el PSOE de Gijón que nos narra, Ana González, difiere sustancialmente del resultado final cosechado. Centrémonos en los hechos ocurridos y hagamos un rebobinado hacía atrás, quizás nos permita ver con mayor claridad la realidad contraria a la que nos ofrece dicho cargo público. Empezaremos por por el resultado final que se cosecho en la cuestión de celebración de primarias, 675 afiliados de la agrupación de Gijón pidieron primarias dentro del partido, 83 más de las 592 imprescindibles para impulsar el proceso. Esto es un resultado incontestable frente a cualquier excusa o argumento que se ponga para atribuir dicha salida a cuestiones personales dentro de cualquier partido https://cutt.ly/o2tQ5eg
Yo lo que como ciudadano sin militancia política observó en dicho proceso interno y vista la salida de “pata de banco” que supone hoy la entrevista de la alcaldesa en una cuestión como es la democracia interna en dicha formación política, me pregunto, ¿Todos aquellos militantes que firmaron para celebrar dichas primarias, les pusieron una pistola en el pecho para que firmaran? Si no fue así como cabe preguntarse, ¿Acaso a dichos militantes se les presupone que no tienen capacidad para decidir que es lo que quieren dentro de la organización en la que militan? Como a todos los militantes qué firmaron se les presupone dicha capacidad para decidir que es lo que quieren, bien sea por factores como gustos, intereses, opiniones o cualquier otra cuestión o razón que propició dicha situación, me pregunto, ¿Qué esperaba Ana González que sucediese para que dichas primarias no se celebrasen si ya estaba contemplado en los estatutos de su partido dicha posibilidad? Parece obvio que lo qué esperaba dicha militante era un “dedazo” como se realizó durante décadas en el PRI mejicano o recientemente en el PP de Asturias con la elección de, Diego Canga Fano, por Alberto Núñez Feijóo. En el PP no hay militantes, hay fieles como en una religión. Con la acción tomada en la elección del candidato para la elección del candidato a la presidencia del Principado se cercena el principio más elemental de la democracia, el derecho a participar y elegir lo que los militantes quieren.
Se dice que la elección de papa en la Iglesia Católica es la elección más libre de la Tierra, ya que los cardenales tienen asegurado el secreto del voto y están incomunicados del exterior. La elección por parte del presidente de México de su sucesor, en cambio, era la más íntima, ya que correspondía únicamente a aquél, que no tenía que dar cuentas a nadie de su decisión. Entre los mexicanos, el sucesor era denominado “el tapado”, y el acto por él se le descubría y se le presentaba al pueblo, como los reyes presentaban a sus hijos era denominado “el dedazo”. El último año solía ser el más entretenido de cada sexenio, ya que los periodistas y la ciudadanía en su conjunto podían jugar a adivinar quién sería “el tapado” y cuándo se produciría “el dedazo”.
La situación que propició dicha esperanza quizás haya que buscarla en el proceso que se desencadeno previo al resultado final. El posicionamiento mantenido por el secretario general de la FSA con respecto al derecho de dichos afiliados a manifestarse en la elección del candidato, arropando a la alcaldesa en la Feria de Muestras de Gijón, y calificando las declaraciones de aquellos que pedían democracia interna en la elección del candidato, dio lugar a la célebre palabra pronunciada por Adrián Barbón, “barullu” https://cutt.ly/42t0fH6 Ana González, en lugar de pronunciarse favorablemente hacia la democracia interna posicionándose como partidaria de dicha situación, mantuvo un silencio que delataba su oposición al mismo. En lugar de hacer lo que uno espera con respecto al derecho de los compañeros a manifestar sus gustos de quien quiere que les represente, movilizó a militantes afines para que hiciesen un trabajo de oposición a dichas primarias https://cutt.ly/n2t08Hx El error cometido desde la FSA en cuanto a mantener una imparcialidad chocó por ejemplo con la situación mantenida por el secretario general de los socialistas vascos en el proceso de primarias para la alcaldía de San Sebastián. El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, aseguró en dicho proceso que mantendría una posición "neutral" escrupulosa en las primarias que los socialistas donostiarras llevaron a cabo para elegir su candidato a la alcaldía de la ciudad, a las que concurrieron el exalcalde Odón Elorza y su actual portavoz en esta corporación, Marisol Garmendia https://cutt.ly/N2t299v La frase que mejor define el proceso de primarias la dijo de forma certera Andueza, “Gane quien gane, las primarias van a reforzar al PSE donostiarra” https://cutt.ly/02t3lpp
Comparecencia de Ana González para anunciar que no sería candidata a las primarias de la agrupación socialista de Gijón.
Otra cuestión importante no menor de dicho proceso, es que después de perder el pulso con el aparato del partido para la celebración de primarias en la agrupación gijonesa, en la comparecencia efectuada en el Ayuntamiento de Gijón el 16 de septiembre, Ana González, reconoció lo siguiente, “Feliz no estoy. Quería ganar”. Entonces la pregunta que me hago es, ¿Por qué no concurrió al proceso de primarias si quería ganar como si hizo Ana Puerto o Floro? La respuesta parece evidente, porque no contaba con el respaldo que necesitaba, entonces para ganar no le quedaba más que el recurso al “dedazo” del PRI mejicano o del Partido Popular cuando elije a sus candidatos. Pero no solo no compareció al proceso de primarias como tenía que haber hecho por decoro y vergüenza hacia aquellos militantes que se retrataron y apoyaron en dicha estrategia, sino que los dejo en tierra de nadie. Cuando se celebraron las primarias, mostró su postura de clara simpatía hacia la candidata que se oponía al candidato que presentó el aparato del partido, cobarde hasta al final en la obligación que tenía con sus compañeros de partido que la apoyaron https://cutt.ly/92t4Zrc
La entrevista de hoy se publica en la prensa, deja entrever lo que avecina en los próximos meses en la agrupación gijonesa del PSOE antes de que abandone la alcaldía del Ayuntamiento de Gijón. Ana González, hará y dirá todo aquello que se le antoje, ya no tiene que pensar en sus compañeros de partido al saber que su carrera política parece concluida y los que concurren hoy a la alcaldía de Gijón son sus rivales de las primarias. La espina clavada que tiene en su interior, parece anunciar que dichas declaraciones extemporáneas y fuera de lugar realizadas hoy… No serán las últimas, aquí la generosidad que pide a los demás no es algo que ella practique.
Ya lo dijo Miguel Mihura: “El rencor es la caja de caudales de la maldad”.
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