ELECCIONES AL AYUNTAMIENTO DE GIJÓN, SE DESPEJA EL PANORAMA CON UN CLARO PERDEDOR... EL PP

Hoy se publica en un diario regional que el presidente del PP de Gijón, Pablo González, pierde fuerza para liderar la candidatura a la Alcaldía. Su mala valoración en las encuestas que maneja la dirección regional (las de otros partidos, que todas van en la misma línea), la tendencia a la baja que se proyecta hasta mayo (ahora les dan cuatro ediles, pero podrían quedarse en tres) y que el efecto Feijóo parece haber tocado techo en la ciudad son los motivos que están encima de la mesa del secretario general del PP de Asturias, Álvaro Queipo, y del candidato de los populares al Principado, Diego Canga. Ninguno de los dos, de quienes depende la designación como ya se ha dejado meridianamente claro desde Génova, han mostrado su respaldo a González. Es más, han evitado hacerlo y le han relegado en varios actos a un segundo plano. Los populares gijoneses siguen sin un candidato a las elecciones municipales del 28 de mayo. La semana pasada fue el propio Diego Canga quien restó importancia a la dilación del nombramiento, recordando que en las elecciones municipales del 2019 se anunció en marzo a Alberto López Asenjo, que al final abandonó las filas populares, manteniéndose como concejal no adscrito en el Ayuntamiento. En aquellos comicios fueron tres los concejales que el PP obtuvo en Gijón, el mismo resultado que con Mariano Marín, cuando Carmen Moriyón acaparó la gran mayoría del voto del centro-derecha gijonés. Y, en el caso de Asenjo, la ola de Pedro Sánchez, con un PSOE al alza, dejó poco margen para la mejoría

Foto: Pablo González y Álvaro Queipo

Los mensajes llegan en forma de encuesta a la dirección regional. Si hoy se celebrasen elecciones en Gijón es más que probable que el PP lograse cuatro concejales, Pablo González obtiene una de las peores valoraciones entre los encuestados, pero lo que más preocupa es que esa impresión llega desde el electorado del centro-derecha. La de Pablo González, a través de una militante, es una de las dos propuestas que han llegado al comité electoral del PP de Gijón, que preside el exconcejal Pedro Muñiz, La otra es la de Germán Heredia, remitida por él mismo, después de anunciar hace dos semanas sus intenciones para ser cabeza de cartel. Hace unos días también Ángela Pumariega, actual portavoz municipal, se ponía a disposición del partido para lo que fuera menester. Hoy se celebra una reunión del comité electoral a las 19.00 horas, como fecha límite para que los militantes enviasen sus propuestas. Tanto el presidente del comité como todos sus integrantes (nueve personas son en total) tienen claro que la propuesta que eleven a la dirección regional es solo eso, una propuesta que en ningún caso es vinculante ni definitiva, como así se establece en los estatutos del partido. Pero el silencio del PP de Asturias llena de nervios la sede de Álvarez Garaya https://cutt.ly/X3enPPm

La primera impresión que produce la noticia de lo que está sucediendo en el PP de Gijón es algo que lo que se viene constatando en estas ultimas semanas, concretamente desde el 28 de noviembre que sé eligió al candidato a la presidencia del Principado, Diego Canga. El funcionamiento y elección de los candidatos a las elecciones parte de una premisa que choca frontalmente con lo que la ciudadanía entiende por democracia participativa. El modelo presidencialista del PP colisiona frontalmente con lo que dice en el preámbulo de sus estatutos https://cutt.ly/d3ec8qE, algunas de las cuestiones que dice son las siguientes:

“Si pretendemos trasladar a los ciudadanos una determinada forma de entender la convivencia, deberemos ineludiblemente reflejar en nuestra propia organización esas ideas. Es el clásico "predicar con el ejemplo. En este escenario es vital, imperativo, que el Partido Popular, depositario de un caudal de confianza del pueblo español de magnitud gigantesca, haga honor a este hecho y a su impecable historial democrático, dando pasos decididos en pos de una mayor transparencia, una defensa sin fisuras de los fundamentos éticos de la actuación política y un exhaustivo esfuerzo de conexión con el conjunto de la sociedad española. El Partido Popular manifiesta su voluntad de mantenerse próximo al pulso de la calle, a la realidad individual y social en que se desenvuelve y de aumentar el grado de interacción, sintonía, información y participación con los ciudadanos. Por otra parte, los cambios sociales experimentados en los últimos años requieren de los partidos políticos un ingente esfuerzo de adaptación, especialmente en lo que se refiere a la participación ciudadana. El permanente contacto con la gente es condición "sine qua non" para que la ciudadanía no vea a los partidos políticos como compartimentos estancos ocupados en sus intereses de grupo y ajenos a las corrientes de opinión imperantes en la sociedad. Nuestras sedes no pueden seguir viéndose meramente como el local de un partido político, sino como un foro de participación social, información y propuestas. Hemos de tener “sedes sin puertas”, en las que cualquier ciudadano pueda entrar, informarse, y participar. Sedes en las que se ofrezca a cualquier afiliado, sea militante o simpatizante la posibilidad de que con sus ideas y propuestas pueda cambiar las cosas, tenga capacidad real de incidencia en la actividad de partido e institucional”.

Las preguntas que me surge como ciudadano ante lo que dicen dichos estatutos es, ¿Cómo se puede pretender fomentar la participación ciudadana en dicho partido si la principal herramienta que tiene como es la participación de afiliados queda inhabilitada y expuesta al designio de su presidente?, ¿Cómo puede defender la democracia un partido si no la practica de forma interna?, ¿Si los verdaderos protagonistas de un partido son sus afiliados, que papel les queda a los PP si no pueden decidir que quieren con respecto a sus representantes? 

La incongruencia política de dicha formación a ojos de los ciudadanos, (principalmente jóvenes), colisiona con lo que entienden por democracia participativa y socaba cualquier tipo de credibilidad que puedan intentar infundir a la ciudadanía. Este problema se da principalmente en partidos de la derecha política, aquellos que no tienen instaurado el sistema de primarias para elegir a sus candidatos. Las primarias no son infalibles en sus resultados, pero su participación democrática colectiva reparte dicha responsabilidad entre todos los que forman parte de dicha organización. Lo contrario ocasiona distorsiones democráticas como las que vive actualmente el PP en Gijón, su presidente en la junta local quiere ser candidato y puede contar con el respaldo de sus palmeros en la ejecutiva, pero lo que dicen las encuestas es que es un candidato “muerto” electoralmente de cara a obtener cualquier tipo de resultado positivo para dicha formación política. Como bien recoge la noticia, lo que digan dichos afiliados, no vale nada, dicha decisión tendrá que ser validada por la dirección regional.

Con esta realidad, el PP tiene escasas posibilidades de cara a las próximas elecciones municipales en Gijón. El partido que abanderará como principal fuerza de la derecha política en el municipio de Gijón será, Foro Asturias, las demás fuerzas como, Suma Principado y Ciudadanos, jugarán de relleno a la hora de conformar mayorías electorales si obtienen representación en el Consistorio. Lo que es evidente es que la ley electoral D'Hondt penalizará gravemente a dicha derecha política al fragmentar la representación y perderse mucho voto útil sin alcanzar representación algunos de los concurrentes a las elecciones. Hay que decir que Foro no tiene primarias tampoco, pero a diferencia del PP eligiendo a un “paracaidista” ajeno a la militancia a la Presidencia del Principado, con plenos poderes en el partido, Foro cohesiona el interés de su militancia en la candidata, Carmen Moriyón. Si a todo lo anterior añadimos que el candidato que se postula para la alcaldía de Gijón viene con mácula política como nos ha puesto de relieve la prensa https://cutt.ly/T3reKYO, la situación no puede ser peor en la expectativa electoral.

En el lado opuesto político, tenemos a un PSOE que tampoco es que  atraviese un momento dulce si observamos lo que sucede con la actual alcaldesa. Su apertura de nuevos frentes con los vecinos, por ejemplo, con las asociaciones de la zona rural de Gijón https://cutt.ly/n3reNDq, los desperfectos en los colegios de Gijón o la remodelación del equipo de gobierno por la salida del concejal Olmo Ron, que se hizo de forma descoordinada, mostrando una imagen de desorden, son todas acciones que no contribuyen en nada a canalizar el voto del electorado. En igual circunstancia estamos observando lo que ocurre en IU Gijón, donde la unanimidad en la candidatura ha dado paso a que el sector mayoritario imponga sus tesis frente a otras alternativas.

Parece pues que el frente que tiene abierto el PP en Gijón y en Asturias, no contribuye en nada a que sus resultados electorales sean buenos, máxime si tenemos en cuenta la tremenda contradicción que abandera entre defender la democracia, pero no practicarla con sus militantes. Mientras tanto, el candidato Canga y su subalterno, Álvaro Queipo, siguen diseñando ese PP asturiano a gusto del “cocinero” de Feijóo (Miguel Tellado). Todo sea para que el 29 de mayo si no hay un buen resultado electoral… El partido en Asturias se encuentre sujeto y maniatado a cualquier intento de cuestionar la “chapuza” que se hizo con sus militantes, con el beneplácito de sus cuadros políticos asturianos.

Ya lo dijo Calderón de la Barca:Siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence”.

 

 

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