Estos días hemos asistido a un espectáculo bochornoso y lamentable con respecto a cuestiones ajenas a la política, como son las amenazas a una persona, que además es un cargo público https://bit.ly/3HeDEVS Por lo que respecta a dichos hechos, nada que decir, la justicia se ha pronunciado y ha dictado sentencia. Lo que sí parece fuera de lugar, es que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, uno se victimice y mezcle sus cuestiones personales con las cuestiones de representación pública que ostenta en el Ayuntamiento de Llanes. Eso es lo que ha sucedido con él partido VecinosxLlanes y él denunciante, en el comunicado que pusieron en el muro de la red social Facebook https://bit.ly/3MuuB49
Una cuestión que ha quedado meridianamente clara a la ciudadanía por lo publicado en toda la prensa durante estos días es que dicha situación nada tiene que ver con algún litigio o reclamación de cuestiones municipales. Por lo tanto, los problemas vienen del ámbito privado del denunciante, ajeno a la representación pública que ostenta dicha persona en el Ayuntamiento de Llanes. Entonces, la pregunta que como ciudadano me hago es, ¿Por qué se utiliza de forma política dichos sucesos para ensalzar la categoría del cargo público? La ciudadanía llanisca es sabia y sabe separar el grano de la paja, en este hecho hay poco grano y mucha paja, por lo que sabrán discernir y separar ambos quedándose con lo importante, el grano. La demagogia y ventaja política de hechos que nada tienen que ver con lo público, solamente es utilizado por aquel político que se ve acuciado por multitud de frentes municipales, unos judicializados otros de quejas y reclamaciones que lo único que reflejan, es que la gestión de la que se presume es manifiestamente mejorable.
Para terminar, quiero manifestar, que fue en la antigua Grecia donde se creó el concepto de política y sistematizó alrededor de él una concepción profunda de su significado. Tres fueron los pensadores clásicos de la filosofía política (Sócrates, no produjo escritos propios; Platón quien solamente enfatizó la política ideal, y Aristóteles con su estudio de las constituciones de las ciudades Estado). Los tres propusieron el método de la dialéctica (dialogo) entre la realidad y los modelos ideales con el fin de proponer estrategias de acción que mejorasen la vida del ciudadano. El fin último, era que el servicio público fuera una palanca o herramienta útil para activar políticas beneficiosas a la sociedad. Todo el ruido de estos días con un hecho luctuoso como él reflejado en la prensa, no tiene ninguna repercusión en el bienestar de los llaniscos. Lo único que pone de manifiesto este hecho, es que cuestiones personales se utilizan en beneficio propio para llegar al sentimiento de la ciudadanía en el ámbito de la política… Lo cual nos dice mucho de la persona que lo hace.
Ya lo dijo Sócrates: “El orgullo engendra al tirano”.
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