Según la mitología griega, Sísifo era el más astuto de los hombres, pero su carencia de principios morales le encaminó hacia la codicia y el engaño. Su falta de prudencia y de rectitud y sus continuas mentiras terminaron con la paciencia de los dioses que le impusieron el más duro de los castigos. Fue condenado a empujar una enorme roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer rodando hacia abajo por su propio peso, obligando a Sísifo a repetir una y otra vez el mismo esfuerzo. Juzgaron los dioses, con todo fundamento, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza.
Estos días la ciudadania asturiana asiste sin inmutarse a los primeros escarceos politicos en la derecha asturiana para las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. La verdad es que lo que estamos viendo es cada día más desmoralizante para el elector que vive alejado de la politica. La derecha asturiana es un microcosmos de partidos, PP, Foro, Cs, Vox y Suma Principado, cuyos intereses y egos ponen de manifiesto que el ciudadano es el último beneficiado del interés de los dirigentes de algunos de dichos partidos. El desembarco del “paracaidista”, Diego Canga, en el PP pone de manifiesto que no ha venido a cambiar nada, ha venido con el mismo dogma o mantra que dicho partido esta implantando en otras autonomias como sucede en Castilla-León o Madrid. La metodología siempre es la misma, regulacion de materias de ambito privado del ciudadano como son el aborto o la eutanasia y la desregulacion de las politicas publicas, sanidad, educación o servicios sociales, para lo que proponen menos gasto público (que no es cierto ya que dichas privatizaciones terminan siendo más onerosas para el ciudadano) a la vez que promueven una bajada de impuestos general (siempre beneficiando al que más tiene con respecto al ciudadano más necesitado del paraguas público). El candidato del PP, Diego Canga, ha centrado su estrategia en no competir con el resto de los partidos políticos de su misma ideología política, derecha y ultraderecha, para lo cual promueve el “abrazo del oso” con todo aquel que se preste. La excusa para tal propósito es concentrar el voto para que el mismo no quede diluido con la ley d'Hondt, intentando mejorar el resultado a un PP de Asturias que no encuentra la fórmula con la que salir del agujero de la oposición en la que lleva tiempo inmemorial. Lo primero que ya se percibe es el estado de necesidad de la llamada “modelo Canga”, que para dicha unificación el candidato del PP echa mano de cualquier aliado, como es el diputado trásfuga de Suma Principado, Pedro Leal. Por otro lado, nada nuevo si observamos con quien colabora el PP de Llanes con sus dos concejales, un gobierno donde conviven tres trásfugas, desde el PP de Asturias están encantados. Nada nuevo con respecto a lo que hacía Teresa Mallada, ha venido el cambio al PP de Asturias para seguir todo igual con sus malas artes electorales, es el “gatopardismo” intrínseco y endogámico que corroe al PP de Asturias.
Diego Canga, quiere pactar con Foro, pero a la vez no le hace ascos a unirse como Suma Principado, partido fundado por un político que fundo y vivió a costa de Foro hasta hace escasos meses. Es llamativo que a, Carmen Moriyón, le levante una alergia insoportable dicho personaje y a la vez el “cocinero” de Feijóo, Miguel Tellado, haya dicho públicamente como muchos otros cuadros del PP, Canteli, Queipo y alguno más, que dicho persona es un referente en el PP y la derecha asturiana, ya que para ellos “las personas no sobran en ningún sitio".. Pese a todo, Diego Canga, hacía un llamamiento a concentrar voto en forma de coalición para lograr una victoria en el Principado: “No tiene sentido que el centro derecha vaya separado a las elecciones en Asturias”, dijo.
En este escenario, uno se pierde cuando observa cómo cuestiones crematísticas son él motivo de conflicto entre las partes para dicha reunión y no lo que de verdad representa y defiende como ideología política. Moriyón, reclama la reunión con su equivalente en el PP, Feijóo y Canga habla de desequilibrio en el número de representación (diputados en la Junta). La cuestión en liza no es tanto que el PP pretenda igualar en la balanza a Foro con Suma Principado, como el hecho de que unirse al PP en un momento que puede ser perjudicial a Foro al perder el plus que intenta mantener de ser un partido regionalista. Hoy el PP es un partido metido en una grave encrucijada, mordido por la derecha intenta sobrevivir adoptando políticas ultraconservadoras que abandera Vox, sino lo hace quien hoy es un dolor de cabeza como aliado puede terminar comiéndole la tostada. Y esta situación sobrevenida le obliga a sacrificar cualquier postulado que defienda si con ello consigue llegando al poder, un buen ejemplo lo tenemos en Castilla-León. Digo dolor de cabeza porque en la comunidad de Madrid, lo que parecía una luna de miel con Ayuso a derivado en que este año tanto el Ayuntamiento de Madrid como la Comunidad no tienen presupuestos, el motivo no tragan con el mensaje del PP y quieren aprobar los mismos, pero con sus postulados, el de Trump, Bolsonaro o Meloni. Lo tremendo de este vodevil de la derecha asturiana es que Foro no debe ni puede perder la memoria con respecto a lo afirmado en su día por el “cocinero” de Feijóo, Miguel Tellado, cuando dijo tras la comida de su subalterno, Queipo, en Castropol con Cascos, “hay más Foro fuera de Foro” . Aquella cita, muy criticada internamente, fue uno de los motores de la posterior crisis interna que acabó con Teresa Mallada apartada de la presidencia del partido y, a la postre, del puesto de portavoz en la Junta.
Carmen Moriyón, no puede ni debe olvidar que a su candidatura a la alcaldía de Gijón el PP de Gijón no aporta nada que le pueda hacer ganar las elecciones, sobre todo antes de que las mismas sé celebren. Los pactos preelectorales lo único que sirven en este momento es para diluir las posibilidades que tiene Foro en Gijón, máxime si el candidato es Pablo González persona conocida por el Tribunal de Cuentas. La derecha tiene ante sí un grave rompecabezas, puesto que dichos pactos no van a diluir cuatro años en los cuales el PP ha actuado como correa de la estrategia implantada, primero por Pablo Casado y después por Nuñez Feijóo, del no a todo. En lugar de ser un partido que arrimase el hombro apoyando al gobierno de turno ante las dificultades que tuvo que sortear, actúo como Atila, dejando solo tierra quemada desde la oposición, la renovación del Consejo General del Poder Judicial es un buen ejemplo. Canga, quiere hacer el trabajo que le han encargado sin salir chamuscado del reto, para ello las alianzas son una forma de diluir el posible fracaso. Otra cosa es, que Foro se preste a este juego de “suma cero”, que lejos de ganar solo será dilusivo para sus posibilidades electorales.
El PP de Asturias se encuentra con Sisifo, subiendo la piedra (campaña electoral) por la montaña con los mismos problemas, su carencia de principios ideológicos en cuanto a sus alianzas políticas, basadas en el engaño electoral. Su falta de prudencia y de rectitud y sus continuas mentiras terminaron con la paciencia de los ciudadanos que le impusieron el más duro de los castigos… Encarar unas elecciones con un pronóstico nada halagüeño.
Ya lo dijo Jean-Jacques Rousseau: “Olvidas que los frutos pertenecen a todos y que la tierra le pertenece a nadie”.
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