Hoy se publica en un diario regional, una encuesta sobre la polémica cabalgata de Reyes celebrada en Gijón, bajo la presidencia en el Ayuntamiento de Gijón de la alcaldesa, Ana González. Dicha cabalgata ha levantado una inmensa polvareda política y social a su paso por Gijón. Muchos de los asistentes y una parte de la oposición entienden que tanto la música como la escenografía no fueron las adecuadas para un desfile de este tipo, pensado para los niños, mientras que la empresa municipal Divertia, encargada de la organización, refuta los comentarios negativos y habla de un acto "espectacular". Los colectivos vecinales, por su parte, se mueven en un término medio, entre los que aplauden la gran asistencia y los que echaron en falta una mejor logística. "No se ha respetado la tradición", afirman algunos de los críticos, ante la presencia de varias carrozas con música pop y rock, la escasez de símbolos navideños y el "tono carnavalero" o "de verbena".
Lo primero que hay que decir sobre dicha cabalgata es que tras dos años de pandemia con la gente viviendo congelada de fiestas y eventos diversos, este año por fin era el comienzo de la recuperación de esa normalidad perdida por el Covid-19. De ahí que la cantidad de gente que había en la cabalgata fuera espectacular, las ganas y la falta de fiestas tanto tiempo, propiciaron que la celebración por parte de la ciudadanía fuera espectacular. Un desfile que congregó a 200.000 almas a lo largo del recorrido en busca de una celebración perdida por causas de fuerza mayor. Hasta aquí este es el principal motivo que justifica la participación récord en dicha cabalgata. Con respecto a la puesta en escena de dicha cabalgata, ahí es donde a una parte de la ciudadanía le crujen sus creencias con respecto al evento y significado de dicho acto con respecto a la fiesta religiosa de la Navidad. La estética de dicho desfile fue para muchos ciudadanos el compendio de todo lo que no significa la fiesta de la navidad, confrontando el motivo religioso que envuelve la misma con una estética donde lo que se pretendía quizás era eso… Polarizar a la sociedad gijonesa con dicho evento. Uno a veces, tiene la sensación que cuando una persona busca las esquinas a un circulo como fue en este caso, termina haciendo el ridículo más espantoso. Sin embargo, lo que nos viene demostrando, Ana González, parece que no le importa ya que el otro día lo comprobamos con una entrevista con declaraciones completamente fuera de lugar https://cutt.ly/b2EPgCW Cuando esto se realiza con una clara intencionalidad como parece este caso, al comprobar que no existe ningún tipo de reconocimiento de errores en dicho evento, no queda mucho que discurrir… La alcaldesa, Ana González, sigue su hoja de ruta con respecto a sembrar de minas el camino de sus compañeros a la alcaldía de Gijón.
La organización de dicho evento corrió a cargo de la empresa municipal Divertia (que desde 2014 aglutina las áreas de Turismo, Festejos, Teatro Jovellanos, y Festival Internacional de Cine), esta depende en última instancia de, Ana González. Dicha empresa ha actuado como brazo ejecutor de su responsable en el Ayuntamiento de Gijón, Ana González. A nadie se le debe escapar que si la gerente de Divertia, Lara Martínez, hubiese cometido un error en la celebración de dicha cabalgata que hubiese disgustado a la alcaldesa, su cabeza habría estado al día siguiente servida en bandeja de plata. Sin embargo, el silencio de la alcaldesa corrobora plenamente la idea de que la gerente de Divertia ha cumplido fielmente el encargo recibido.
Todos los partidos de la derecha política han aprovechado este error para denigrar lo que viene siendo habitual en, Ana González, obra como una autista con respecto a la sociedad gijonesa a la que representa, a toda, no solo a los ciudadanos que la votaron. A poco mas de cuatro meses para las elecciones, todo charco en el que se meta esta alcaldesa, será aprovechado como no puede ser de otra manera por aquellos que en su legítima aspiración quieren gobernar en Gijón https://cutt.ly/72ESONF Este no es el primer error del año 2023, el primero ya arrancó con las campanadas de fin de año. Se publicaba en un diario regional la siguiente noticia, “El fracaso con las campanadas en la plaza Mayor lleva al Ayuntamiento a pedir disculpas: "Lamentamos las molestias causadas" https://cutt.ly/o2ESRrT Dice la noticia lo siguiente, “Copas, gorros, gafas festivas... pero llegó la medianoche y con las uvas ya en la mano las campanadas brillaron por su ausencia. No se oyeron. El disgusto fue tal que tuvo como resaca de Año Nuevo una disculpa pública del Ayuntamiento y una bronca política con la oposición pidiendo explicaciones”. La gerente de Divertia siguió en el cargo como si no hubiese pasado nada, es la tónica de políticos que no asumen ninguna responsabilidad, el ciudadano paga y el político se atrinchera, en muchos casos porque no tienen a donde ir y ganarse la vida, en Llanes de esto sabemos mucho. En el caso de, Ana González, el motivo de dicho enroque es más sibilino, puesto que obedece a un resentimiento que no acaba de digerir tras ser apartada por la decisión de una militancia que decidió a quien quería al frente de su partido para representarles al frente de la candidatura en las elecciones municipales del 28 de mayo.
A los ciudadanos les quedan pocos meses por delante para llegar a las elecciones municipales, algunos políticos como, Ana González, se han empeñado en salir cubierta de “gloria” bajo el lema “que hablen de mí, aunque sea mal”. Quien piensa así, es que ha perdido lo que le interesaba… Los ciudadanos ajenos a la política como el que escribe, tienen que pelear por no perder también lo que tienen como derecho, ya que como vemos con, Ana González, existen políticos que anteponen sus intereses a los de ciudadanía.
Ya lo dijo Sócrates: “No puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario