VECINOSXLLANES Y PP REPITEN OTRO “CANGANCHO EN ALMAGRO”: CERO INVERSIONES, CERO FUTURO PARA LLANES

 

Ayer podíamos leer en la prensa que el municipio de Ribadedeva se prepara para afrontar la mayor transformación urbanística en décadas gracias a una ambiciosa modificación del Plan General de Ordenación Urbana. El Ayuntamiento proyecta habilitar 120.000 metros cuadrados de nuevo suelo, divididos a partes iguales entre 60.000 m² destinados a vivienda de protección oficial (VPO) y 60.000 m² de área industrial. En materia residencial, el plan contempla la construcción de entre 400 y 550 viviendas, distribuidas en edificios de baja altura —máximo tres plantas— ubicados entre La Matavieja, El Peral y La Franca. Todas se levantarán sobre suelo municipal e incorporarán amplias zonas verdes que actuarán como colchón visual y ambiental entre la parte residencial y la industrial bit.ly/49QKSj3

La zona industrial, por su parte, se dividirá en 30.000 m² de propiedad municipal y 30.000 m² de suelo privado, con un modelo de desarrollo mixto que combinará inversión pública y privada para atraer actividad económica y generar empleo. Este plan, en el que el Ayuntamiento lleva trabajando dos años junto a la Consejería de Ordenación del Territorio, ha recibido el respaldo explícito del consejero Ovidio Zapico, que considera el proyecto “fabuloso” y se ha comprometido a facilitar su avance.

              Nueva área de desarrollo urbanístico de Ribadedeva

El esfuerzo de Ribadedeva se enmarca en un contexto nacional en el que el acceso a la vivienda se complica cada vez más. Según la tasadora UVE Valoraciones, el precio de la vivienda ha crecido un 12,8% por encima del PIB nacional en el último periodo analizado, un desfase notable, aunque aún lejos del 44,2% registrado en la burbuja inmobiliaria de 2007-2008. Cataluña encabeza las tensiones actuales con un diferencial del 15,3%, seguida por Madrid (14,7%), Baleares (12%), Cantabria (10,3%) y Andalucía (9,1%), y Asturias un (0,56%). Aunque no se aprecia una burbuja generalizada, sí se detectan tensiones significativas en zonas con fuerte presión de demanda y escasa oferta bit.ly/48cmCqq

Precisamente para hacer frente a esta problemática estructural, el Gobierno de España presentará el próximo 4 de diciembre la nueva empresa pública de vivienda, creada a partir de la transformación de SEPES. Esta entidad gestionará cerca de 50.000 viviendas, tras absorber los activos residenciales de la Sareb —40.000 viviendas y 2.400 suelos con capacidad para construir otras 55.000— así como más de 6.000 inmuebles procedentes de organismos como INVIED, ADIF, MUFACE o Patrimonio Nacional. Además, gestionará desarrollos de obra nueva ya licitados, que suman más de 1.660 viviendas repartidas por toda España. La nueva SEPES será capaz de abarcar todo el ciclo inmobiliario: desde la urbanización del suelo hasta la construcción, gestión y alquiler de viviendas asequibles. 

En otro orden de cosas, el Gobierno del Principado ha presentado los presupuestos del Gobierno autonómico para el año 2026 y Llanes con un gobierno fascista de, VecinosxLlanes y PP, con nula capacidad de representación ante otras administraciones ha vuelto a quedar retratado con las nulas inversiones que verá ejecutado en el concejo. Asturias, el Principado ha distribuido sus inversiones para 2026 con especial atención a la vivienda pública y a las infraestructuras viarias. Destacan los 4,5 millones de euros en Carreño, 5,4 millones en Grado, 2,9 millones en Llanera y 1,1 millones en Siero. En el oriente, sobresalen los 3,4 millones del nuevo puente Emilio Llamedo en Parres, los 2,2 millones destinados a viviendas de protección en Onís, y los 1,2 millones para la nueva unidad de convivencia de Infiesto. Además, se incluyen partidas como los 706.770 euros para la mejora de la AS-260 entre Arriondas y Colunga, los 566.033 euros para la AS-342 en Ribadesella y 720.491 euros para la senda costera de Lastres a La Griega.

En este amplio mapa de inversiones autonómicas aparece una ausencia llamativa: el municipio de Llanes no recibe ni una sola inversión relevante para 2026. Pese a tratarse de uno de los municipios más poblados y turísticos del oriente —con más de 13.000 habitantes censados y una afluencia anual de decenas de miles de visitantes—, el concejo queda de nuevo fuera de los proyectos de calado del Principado. Desde el año 2015, Llanes encadena año tras año la misma situación: ninguna actuación estratégica, ninguna partida de gran impacto, ningún avance en infraestructuras clave. Esta repetida exclusión evidencia la prácticamente nula interlocución del municipio con el Gobierno del Principado y con otras administraciones, una desconexión institucional que contrasta con el nivel de inversión recibido por concejos colindantes y que limita gravemente su capacidad de desarrollo y modernización. El confrontar espuriamente con otras administraciones no sale gratis a los llaniscos, lo pagan con el abandono y sufrimiento que tiene ver como el deterioro de los servicios públicos año tras año se agrava mientras los liberados del gobierno municipal cobran todos los meses unas retribuciones que no ganan en la vida civil en sus profesiones, en muchos casos al carecer de ellas como el alcalde, Enrique Riestra (VxLl) o su concejal de Urbanismo, Juan Carlos Armas (PP) bit.ly/48M2E5W

Así, mientras Ribadedeva avanza hacia un futuro de expansión equilibrada apoyada por administraciones superiores, España refuerza su estructura pública de vivienda y Asturias distribuye importantes recursos entre numerosos concejos mientras el municipio de Llanes continúa estancada, acumulando un nuevo año perdido que profundiza una brecha política y administrativa que ya se prolonga durante una década.

El panorama que se dibuja para el municipio de Llanes en el año 2026 tras conocerse los presupuestos autonómicos es, una vez más, desolador. En un año donde concejos vecinos reciben inversiones millonarias para modernizar infraestructuras, impulsar vivienda pública y reforzar servicios esenciales, Llanes vuelve a quedar fuera del mapa político del Principado, tal y como lleva ocurriendo desde el año 2015. Esta ausencia reiterada no es un hecho aislado, sino el síntoma más visible de un deterioro institucional profundo, alimentado por la falta de interlocución del gobierno local con otras administraciones y por la incapacidad de atraer inversiones estratégicas.

Las consecuencias de este abandono acumulado son múltiples y se proyectan con crudeza sobre el futuro del municipio. Llanes, uno de los destinos turísticos más importantes de Asturias, carece desde hace más de una década de un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por obra y gracia de los asesores aúlicos del gobierno fascista de VecinoxLlanes, AVALL, una pieza clave sin la cual resulta imposible ordenar el territorio, facilitar vivienda asequible o planificar un crecimiento sostenible. Desde que el PGOU quedó anulado en 2015, el urbanismo municipal vive en un limbo continuo: los proyectos se bloquean, la vivienda se encarece, el acceso para los jóvenes se vuelve inalcanzable y la actividad económica pierde dinamismo ante la inseguridad jurídica.

En un contexto donde concejos como Ribadedeva planifican hasta 550 viviendas de protección oficial y donde otros municipios reciben millones para nuevas carreteras, saneamientos, equipamientos y vivienda pública, Llanes afronta el año 2026 sin un solo proyecto de entidad. La brecha es cada vez mayor, y los efectos serán visibles a corto y medio plazo. La falta de vivienda asequible, combinada con el aumento descontrolado de los precios del alquiler turístico y la reducción del parque residencial para residentes permanentes, seguirá empujando a los jóvenes a marcharse. Este éxodo ya se refleja en las cifras poblacionales: Llanes pierde habitantes año tras año desde que VecinosxLlanes y PP accedieron al gobierno municipal, acentuando un proceso de envejecimiento demográfico que compromete el relevo generacional y la vitalidad económica del concejo.

La ausencia de inversiones públicas agrava también el deterioro de los servicios públicos esenciales. Carreteras sin mantenimiento, equipamientos que envejecen, infraestructuras deportivas y culturales sin renovar, zonas rurales desconectadas y un sistema sanitario y educativo tensionado por la falta de inversión. Cada año sin apoyo del Principado reduce la capacidad de Llanes para competir, atraer empresas o consolidar empleo estable. Mientras concejos limítrofes avanzan con proyectos estratégicos financiados por el Gobierno autonómico, Llanes se estanca en un ciclo de decadencia silenciosa pero persistente.

A todo ello se suma el creciente malestar de los vecinos al ver cómo los responsables municipales perciben retribuciones públicas muy superiores a las que podrían obtener en la vida civil con sus ocupaciones, mientras la gestión se muestra incapaz de resolver problemas básicos del municipio. La ausencia de profesionales con experiencia en urbanismo, planificación territorial o gestión pública se traduce en errores constantes, proyectos fallidos y decisiones improvisadas. La falta de un PGOU desde hace más de diez años es la prueba más evidente: ningún municipio moderno puede prosperar sin una hoja de ruta urbanística clara, y Llanes continúa sin ella.

El turismo, principal motor económico de Llanes, también sufre las consecuencias. Un concejo sin inversiones, sin mejoras de infraestructuras, sin nuevas dotaciones y con servicios públicos al límite corre el riesgo de perder atractivo frente a destinos emergentes que sí están recibiendo el respaldo institucional necesario para crecer. Con una planta turística envejecida, problemas de movilidad y un casco urbano congestionado, Llanes no puede permitirse seguir otro año más sin proyectos transformadores. Este año sin ir mas lejos, las cifras de pernoctaciones en el municipio de Llanes en los nueve primeros meses del año cayeron un -2,23% como nos puso de manifiesto el organismo de SADEI.

Fuente: Sociedad Asturiana de Estudios Económicos y Industriales (SADEI)
 

Según los datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), Llanes ha perdido en los nueve primeros meses del año:

  • 36.035 viajeros en hoteles (-177.005 pernoctaciones),
  • 38.505 viajeros en turismo rural (-99.884 pernoctaciones),
  • mientras que las viviendas vacacionales (VUT o VV) crecen con 29.050 nuevos viajeros y +35.626 pernoctaciones.

Esto evidencia un cambio estructural: el turismo tradicional (hoteles y casas rurales) se hunde, mientras aumenta el turismo low-cost asociado a las viviendas turísticas, menos reguladas y de menor impacto económico local.

Las consecuencias son claras:

  • Menor gasto por visitante, lo que afecta directamente a restaurantes, bares y comercios.
  • Descenso de ingresos en hostelería y restauración.
  • Empleo más precario y estacional.
  • Masificación y pérdida de calidad del destino.
  • Subida del precio de la vivienda, expulsando a los vecinos del centro y de los pueblos costeros.

Relación de dicho deterioro turístico en Llanes con la falta de PGOU

Esta crisis turística está estrechamente vinculada al retraso y los problemas del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), que lleva más de una década bloqueado. El plan debería haber servido precisamente para ordenar el crecimiento turístico y residencial, proteger los núcleos rurales y definir un modelo sostenible de desarrollo. Sin embargo:

  • Las anulaciones judiciales, la falta de consenso social y la descoordinación política han paralizado su aprobación.
  • La ausencia de una planificación clara ha favorecido la proliferación descontrolada de viviendas turísticas, sin límites ni equilibrio con el entorno.
  • El vacío normativo ha permitido un crecimiento especulativo que deteriora el paisaje, encarece la vivienda y debilita el turismo de calidad.

Así, la falta de un (PGOU) eficaz ha dejado al municipio sin herramientas para gestionar el suelo, el turismo y la vivienda, provocando un modelo urbano y económico insostenible.

En definitiva, el escenario que se cierne sobre Llanes es el de un municipio que, pese a su potencial y riqueza natural, se debilita progresivamente. La combinación de falta de inversiones, ausencia de PGOU, déficit de vivienda, pérdida de población y aislamiento institucional construye una tormenta perfecta cuyos efectos pagarán, como siempre, los llaniscos: con peores servicios, menos oportunidades, viviendas más caras y un futuro cada vez más incierto.

Mientras otros concejos avanzan, Llanes vuelve a quedarse atrás. Y cada año perdido, como este 2026, hace que el camino de retorno al desarrollo sea más largo, más caro y más difícil.

Para terminar el post quiero manifestar que mientras concejos vecinos avanzan con paso firme hacia un futuro mejor diseñado, Llanes permanece anclado en el inmovilismo que ha marcado la última década. Los municipios del entorno levantan viviendas públicas, estrenan infraestructuras, modernizan servicios y ensanchan horizontes. Llanes, en cambio, continúa atrapado en la parálisis política y en una gestión que, a juicio de muchos vecinos, se ha mostrado incapaz de defender los intereses del concejo ante otras administraciones.

La ironía es amarga: mientras dirigentes del Partido Popular, como Álvaro Queipo, reclaman en Madrid inversiones y mejoras para Asturias bajo el paraguas de Feijóo, la realidad en Llanes —gobernado precisamente con el PP como socio de VecinosxLlanes— es la contraria: ni inversión, ni interlocución, ni proyecto de futuro. Una contradicción que los llaniscos perciben con creciente frustración, especialmente cuando ven que otros concejos reciben millones y ellos continúan año tras año sin una sola obra de calado.


        Miembros del gobierno fascista celebrando el abandono de Llanes

Así, Llanes se convierte en el ejemplo más doloroso de cómo la incompetencia política —según denuncian numerosos vecinos— puede condenar a un territorio a la irrelevancia. Se desvanece la oportunidad de crecer, de atraer población, de ofrecer vivienda digna, de sostener un turismo de calidad o de reforzar los servicios públicos. Mientras fuera florecen proyectos transformadores, aquí se apaga el pulso del concejo.

La situación recuerda inevitablemente al famoso episodio de “Cagancho en Almagro”, una expresión que ha pasado al lenguaje popular para describir un fracaso estrepitoso, público y vergonzoso. Su origen se remonta a 1927, cuando el torero Joaquín Rodríguez “Cagancho” protagonizó una de las mayores debacles de la tauromaquia en la plaza de Almagro: salió al ruedo, pero dominado por el miedo no toreó, no dio un solo pase y acabó refugiándose en tablas entre abucheos, bronca monumental y carreras por la calle. Desde entonces, “hacer un Cagancho en Almagro” simboliza fallar de forma rotunda en la tarea principal que uno tiene encomendada.

Y es exactamente eso lo que muchos vecinos sienten que está ocurriendo en Llanes: mientras otros concejos cumplen con sus responsabilidades, planifican y avanzan, el gobierno municipal de VecinosxLlanes y PP —según las críticas de la ciudadanía— repite año tras año su particular “Cagancho”, sin gestionar, sin planificar, sin atraer inversiones y dejando el municipio abandonado a su suerte.

Y en ese contraste, tan evidente como insoportable, queda el poso de una conclusión inevitable: Asturias se mueve, Llanes no. El resto de municipios camina; Llanes permanece varado. Unos construyen futuro; Llanes sobrevive al día a día.

Y mientras tanto, los llaniscos —los que viven aquí todo el año, los que trabajan, los que pagan impuestos, los que cuidan el territorio— son quienes terminan pagando el precio de una gestión que, lejos de planificar o negociar, naufraga en su propia incapacidad. Un precio demasiado alto para un municipio que lo tenía todo para liderar, y que hoy, por culpa de sus incompetentes gobernantes de VecinosxLlanes y PP, se vuelve a quedar atrás.

Ya lo dijo Platón: “La peor forma de injusticia es la justicia simulada.”

 

 

 

 

 

 


 

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