PP DE ASTURIAS, SALTA POR LOS AIRES EN AVILÉS ANTE LA FALTA DE LIDERAZGO DE ÁLVARO QUEIPO

 

Warren Bennis (1925-2014)  es uno de los mayores teóricos sobre la cuestión del liderazgo. Bennis, como líder, fue el oficial más joven del ejército en la segunda guerra mundial, estudió con Douglas McGregor (el famoso académico del management, desarrollador de la teoría X y Y) y en los años 70 escribió el libro  “Líderes”, una obra de referencia obligada para quien busca entender el fenómeno del liderazgo https://tinyurl.com/35nb2es5

El 23 de junio podíamos leer en la prensa regional una entrevista a la candidata al congreso de los populares de Avilés, Esther Llamazares, en la misma había las siguientes preguntas:

–¿Qué espera del congreso?

–Que sea participativo, que todos nos enriquezcamos con el debate de ideas beneficiosas para Avilés y que voten los afiliados, haya una candidatura o más.

–Muy idílico, pero también podría ser un congreso bronco donde los críticos quieran ponerse a los mandos del partido.

–A mí nadie me va a encontrar en conflictos. Que haya alternativas de proyectos o personas es sano. Nadie es ombligo del mundo y que la posibilidad de un congreso con más candidaturas no me supone un problema, precisamente son para eso: para presentar proyectos.

–En la hipótesis de que usted pierda el congreso, ¿qué haría después?

Aceptar el resultado y, en todo caso, por dar continuidad al proyecto político que hemos construido seguir trabajando en los ámbitos que me tocan. Estaría a otras directrices, pero por encima de mi interés personal está Avilés.

El comité de Derechos y Garantías del PP de Asturias recibió las dos impugnaciones en tiempo y forma. A continuación, abrió un expediente para estudiar las dos denuncias. Seguidamente, nombró a un instructor que se va a encargar de investigar si las denuncias –la de Llamazares y la de su compañero– tienen consistencia o carecen de ella. Este instructor, según indicó el a preguntas del diario que publica la noticia, tiene como máximo seis meses para estudiar las pruebas remitidas por los denunciantes y, asimismo, las alegaciones que envíe la nueva junta directiva. Tras estos seis meses, el instructor emitirá una propuesta de sanción de máximos (que se repita el congreso o que se archiven las denuncias). Esta propuesta de sanción, sin embargo, no es la última palabra dado que el Comité de Derechos y Garantías puede asumir la resolución o proponer otro distinta en virtud de las pruebas recabadas. Según ha podido saber el diario LNE, las únicas incidencias que hubo durante el período de votación del congreso del pasado día 22 de julio las presentaron los seguidores de la candidatura de Estefanía Rodríguez. Estas fueron, concretamente: el impedimento del voto a afiliados que no tenían DNI, pero sí NIE, y la oposición a que una afiliada pudiese votar porque no constaba en la mesa la documentación que acreditaba su deseo de acudir al congreso y ejercer su derecho al voto. Los razonamientos de Esther Llamazares y su compañero, sin embargo, no se hicieron constar en las actas correspondientes de las mesas electorales dispuestas cuando se celebró el congreso local. Estas dos impugnaciones al congreso se resolverán tan a largo plazo que se presume que las relaciones entre la dirección del partido y la del grupo municipal –bajo la dirección, principalmente, de la diputada nacional– se podrán ver tensadas. Rodríguez explicó a los afiliados cuando ganó el congreso local: “Trabajaré si puedo y me lo permiten para llevar el mejor rumbo y trabajaré también para que Álvaro Queipo sea el próximo presidente de Asturias”. Ante dichas palabras, cabe preguntarse, ¿Tenía la ganadora del congreso alguna otra opción para decir algo distinto? https://tinyurl.com/59ssdhrs

Foto: del "no abrazo de Vergara" entre las dos concurrentes a presidir el PP de Avilés

Hoy nos encontramos en la prensa regional la noticia de que la candidata Esther Llamazares que optó a la presidencia del PP de Avilés el pasado día 22 de julio, ha presentado una impugnación con otro afiliado afín a sus postulados al resultado de dicho congreso que perdió como se recordará por un voto. La hoy diputada nacional, portavoz en el Ayuntamiento de Avilés y fallida presidenta del PP avilesino, recibió el resultado de dicho congreso como una suerte de  "fair play” (juego limpio), "el proceso interno del Partido Popular ha terminado, se ha hecho limpiamente, escrupulosamente", aseguró cuando fue preguntada por los periodistas que cubrieron el cónclave. Poco le duró su convencimiento, veinticuatro horas después –es el plazo máximo que marcan los estatutos– la propia Llamazares y su comparsa de afiliado, que fue uno de sus interventores, presentaron sendas impugnaciones sustentadas, aseguran, en una presunta influencia de su rival Estefanía Rodríguez sobre algunos posibles votantes. Se da la circunstancia de que estas dos impugnaciones fueron desveladas a la vez que Rodríguez presentaba el equipo que la va acompañar estos próximos cuatro años, en paralelo a una  reunión que presidió el urdidor de todo este jaleo en el PP avilesino, Álvaro Queipo, el presidente “cocido e impuesto” en Asturias desde las alcantarillas de Génova por el taimado, Miguel Tellado.

El comité de Derechos y Garantías del PP de Asturias recibió las dos impugnaciones en tiempo y forma. A continuación, abrió un expediente para estudiar las dos denuncias. Seguidamente, nombró a un instructor que se va a encargar de investigar si las denuncias –la de Llamazares y la de su compañero– tienen consistencia o carecen de ella. Este instructor, según indicó el a preguntas del diario que publica la noticia, tiene como máximo seis meses para estudiar las pruebas remitidas por los denunciantes y, asimismo, las alegaciones que envíe la nueva junta directiva. Tras estos seis meses, el instructor emitirá una propuesta de sanción de máximos (que se repita el congreso o que se archiven las denuncias). Esta propuesta de sanción, sin embargo, no es la última palabra dado que el Comité de Derechos y Garantías puede asumir la resolución o proponer otro distinta en virtud de las pruebas recabadas. Según ha podido saber el diario LNE, las únicas incidencias que hubo durante el período de votación del congreso del pasado día 22 de julio las presentaron los seguidores de la candidatura de Estefanía Rodríguez. Estas fueron, concretamente: el impedimento del voto a afiliados que no tenían DNI, pero sí NIE, y la oposición a que una afiliada pudiese votar porque no constaba en la mesa la documentación que acreditaba su deseo de acudir al congreso y ejercer su derecho al voto. Los razonamientos de Esther Llamazares y su compañero, sin embargo, no se hicieron constar en las actas correspondientes de las mesas electorales dispuestas cuando se celebró el congreso local. Estas dos impugnaciones al congreso se resolverán tan a largo plazo que se presume que las relaciones entre la dirección del partido y la del grupo municipal –bajo la dirección, principalmente, de la diputada nacional– se podrán ver tensadas. Rodríguez explicó a los afiliados cuando ganó el congreso local: “Trabajaré si puedo y me lo permiten para llevar el mejor rumbo y trabajaré también para que Álvaro Queipo sea el próximo presidente de Asturias”. Ante dichas palabras, cabe preguntarse, ¿Tenía la ganadora del congreso alguna otra opción para decir algo distinto frente a quien le puede defenestrar internamente? https://tinyurl.com/59ssdhrs

Lo que está ocurriendo en el PP de Avilés tiene un trasfondo más profundo de lo que a simple vista está percibiendo la ciudadanía desde la barrera. Lo primero que hay que resaltar es que el congreso de Avilés, es un mal ejemplo para los intereses del presidente Queipo ante sus afines, cuando todavía quedan dos congresos claves por celebrar como son los de Gijón y Oviedo. En el Gijón hay mar de fondo, tenemos a la “supuesta” oficialista, Ángela Pumariega o a los candidatos, José Manuel del Pino y al díscolo “amigo” de las encuestas, Pablo González, que nunca muestra sus cartas sin con ello puede conseguir algo más para sus intereses https://tinyurl.com/29de28xs  Para un presidente del PP que esta “cogido con alfileres” como es, Álvaro Queipo, el resultado de Avilés donde puso toda la carne en el asador apostando por, Esther Llamazares, una condenada por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Avilés al pago de 6.000 euros de indemnización por daños morales al gerente de la Mancomunidad de Turismo de la Comarca https://tinyurl.com/3bbzpcd9, es el más claro ejemplo de que en el PP oficialista de Asturias, Queipo representa el todo vale si con ello consigue sus fines políticos. Por otro lado, estos fines son los que viene impuestos desde Génova quien es el que verdaderamente controla el partido en Asturias, al ser una comunidad donde no hay presidente del PP al frente del gobierno autonómico. Esta situación sería impensable pensar que ocurriese en Andalucía y Madrid, donde allí sus barones territoriales hacen y deshacen a su antojo ante el silencio sepulcral de Feijóo. Otro gallo cantaría si Feijóo fuera presidente del gobierno de nuestro país, entonces dichas comunidades se tendrían que plegar a sus criterios. Un buen ejemplo lo vivimos con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, el verso suelto dentro del PP a la cual no se le ponía fecha para la celebración del congreso de dicha comunidad impidiendo que pudiera presidir el partido. Esto no sucedió hasta que ganó las elecciones que convocó el 4 de mayo del año 2021, obteniendo un resultado mejor que el que tenía con 65 diputados, marcando el camino  a Feijóo para que le pusiera fecha al mismo el 20 y 21 de mayo del 2022 https://tinyurl.com/mhj3xxd7  A nivel interno la cosa no pinta muy bien para la ganadora del congreso de Avilés, salvo que se pliegue a las directrices que emanan del “aparatik” Queipo, directrices que vienen impuestas desde Génova por él sicario de Feijóo, Miguel Tellado. 


                  Foto. Miguel Tellado y Álvaro Queipo

La ciudadanía está viviendo la resignación de una derecha extrema como es el PP, que no puede con un gobierno como el de Pedro Sánchez, ante lo cual manifiesta su impotencia con una radicalización que hace colapsar las instituciones del sistema democrático español si con ello consigue sus intereses, un buen ejemplo lo vimos con la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Esta situación a la vez ha propiciado que dentro del propio PP se haya empezado a gestar un cierto descontento ante la posibilidad de ver el fin del túnel que están atravesando desde la oposición al gobierno del país. Hoy las dos principales cabezas visibles del PP, Feijóo y Ayuso, mantienen una alianza basada en la vulnerabilidad que tienen frente a otros barones del partido, que en cualquier momento pueden cambiar de bando haciéndoles un roto de consecuencias difíciles de predecir. Hoy los dos políticos se necesitan porque no tienen el peso propio suficiente para imponerse entre ambos.

La soledad que hoy vive el PP en el Congreso de los Diputados no es casual, es fruto de una estrategia que viene marcada ante el temor de que parte de sus votantes se pasen a las filas de Vox, ante lo cual no les ha quedado más remedio que radicalizar su posición política. El PP ha cortado la posible sangría de voto hacia la ultraderecha, pero a costa de dejarse un montón de pelos en la gatera con gobiernos autonómicos que han abrazado posturas extremistas de Vox que dañan y lesionan los derechos de los ciudadanos. Si a esta situación añadimos que hoy la derecha del PP funciona por, clanes o familias, donde la fidelidad es la principal causa de adhesión más allá de la opinión o doctrina política que puede enriquecer el debate político, tenemos a un partido sin alma que funciona como un grupo de mercenarios al servicio de una solo objetivo: alcanzar el poder al precio que sea.

El 18 de noviembre del 2023 llegó a la presidencia del PP de Asturias, Álvaro Queipo, un hombre de paja y “aparatik” del PP de quien hoy mueve los hilos en la sombra dentro del partido por delegación de Feijóo, Miguel Tellado. Ganó lícitamente un congreso donde los afiliados pudieron votar libremente por primera vez en unas primarias, bien es cierto, que la derecha “comulga” como en misa  con aquello que detenta el poder. Este quedó manifiestamente claro previamente a la celebración del congreso con el apoyo explícito desde Génova a Queipo, donde se manifestaba que no quería a nadie que no fuese dicho candidato. Para terminar el post, quiero manifestar que las primarias tienen estas sorpresas como la sucedida en Avilés, donde los afiliados a veces no comulgan con las ruedas de molino que se les intenta vender desde la dirección. Esto quizás es lo que intenta impedir Queipo en los congresos de Oviedo y Gijón, ya que la perdida de los mismos puede ser un terremoto para la silla que ocupa en la calle Azcárraga, 12 de Oviedo. El liderazgo como afirmaba el catedrático Bennis no es una virtud ni cualidad en el PP hoy en día, decía el profesor Bennis, “el liderazgo es la capacidad de traducir la visión en realidad ", esto ha quedado claro que con Queipo al frente del PP en Asturias no es posible, desde que accedió a la presidencia su único eje de oposición y actuación ha sido tumbar todo lo que se presenta desde el gobierno asturiano mientras oculta lo que hacen sus correligionarios allí donde gobiernan en sanidad, educación y servicios sociales en otras comunidades, que es gobernar para una minoría en detrimento de la mayoría con los recursos de estos últimos… Parece que le pintan bastos para el presidente Queipo de cara a la opinión pública asturiana con sus chanchullos dentro de su partido, dicen que a quien a hierro mata a hierro muere. Conseguirá arreglar sus errores imponiendo sus caprichos dentro del PP, pero la foto que ha dejado a los asturianos es reveladora.

Ya lo dijo Tayeb Saleh: ”El que impone un castigo desproporcionado no corrige, sólo se venga”.

 

 

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