Enrique Riestra, es un alcalde atípico por: pintoresco, tahúr, ventajista y embustero dentro del mundo político municipal de los 8.131 municipios que tiene nuestro país. La realidad por los hechos sucedidos lo llevamos observando los ciudadanos que residimos en el concejo llanisco desde hace años. Existen multitud de cuestiones que así nos lo demuestran, pero quizás con lo que se le ha caído la careta en la ocultación que práctica con asuntos importantes a los que se ve sometida la ciudadanía llanisca a la que representa, son, por ejemplo: la aprobación de los presupuestos municipales, la negligencia en la gestión urbanística (caso Covarón), el saneamiento municipal (vertidos al río Ereba), etc. Los presupuestos municipales es el acuerdo más importante que toma un gobierno municipal, por lo tanto, el mismo tiene dos máximas que se deben respetar con la ciudadanía. La primera es presentarlos de forma pública para que la misma alegue y manifieste su opinión y la segunda es la transparencia en cuanto a que la ciudadanía sea conocedora de lo que nos cuesta la gestión de dichas partidas (incluido el coste del gobierno municipal). https://bit.ly/3M9e6uS
Marian de la Llana y Enrique Riestra
La mentira es una práctica que tradicionalmente la opinión pública asocia con la representación política. Esta postura ampliamente aceptada entre los ciudadanos de sociedades con gobiernos democráticos, con independencia de su edad o color político, se construye sobre una imagen artificial en la que habitualmente pensamos que la política en general y los dirigentes políticos en particular aparecen como mentirosos compulsivos. Esta idea ha llegado a extenderse en España, especialmente conforme los nuevos partidos surgidos en la última década han hablado de la “vieja” y la “nueva política”. Sin embargo, y tras observar la aparición de estas nuevas fuerzas políticas, como es el caso de VecinosxLlanes, es un argumento y una comparación susceptible de ser discutida, ya que lo que nos han demostrado es que adolecen de los mismos vicios de oscurantismo y transgresión democrática que tenían gobiernos anteriores que gobernaron en Llanes (Trevín sic). El termómetro que marca la temperatura, son las sentencias judiciales que han incapacitado a multitud de concejales, pasadas y las que puedan venir a futuro.
Por lo tanto, este tipo de valoraciones moralistas sobre la política de tiempos anteriores frente al presente que tanto utiliza el señor Riestra, se utiliza para justificar sus errores actuales. Esta acción, es un señuelo con él que se pretende ocultar la incapacidad manifiesta a la que se ven expuestos los ciudadanos llaniscos. Existe instalada en la conciencia de los ciudadanos en la sociedad actual, un pensamiento que consiste en desconfiar por la gran cantidad de engaños a los que se han visto expuestos. En algunos casos hay motivos para ello, en el Ayuntamiento de Llanes es de notario, ya que el transfuguismo y los acuerdos fuera de las instituciones públicas dan fe de ello por las hemerotecas. Por suerte, actualmente la mentira del político cada vez tiene menos perdón dentro de la sociedad española, la factura el ciudadano la pasa cuando tiene que renovar su cargo en unas elecciones.
El señor Riestra y su gobierno practica de forma continuada la mentira, la ocultación de información, la tergiversación y el secretismo en su gestión diaria. El fin último, es buscar a través de la propaganda la recompensa social (imagen o prestigio) sin importar los daños y problemas que ocasiona a la ciudadanía. Desde el imperio griego y romano hasta la Edad Media europea, pasando por las primeras dinastías chinas, la ausencia de veracidad ha acompañado a las élites políticas. Sin embargo, fue Maquiavelo en la cultura occidental el que puso el dedo en la llaga al recomendar la mentira, el fingimiento y las falsas promesas como un instrumento político… El señor Riestra y su gobierno lo cumplen a pies juntillas, de eso podemos dar fe los ciudadanos que residimos en Llanes. Los políticos deben ofrecer a los ciudadanos una propuesta de temas, intereses y demandas a satisfacer. Cuando esto no se produce como sucede en Llanes con el señor Riestra y sus acompañantes (VecinosxLlanes, PP y tránsfugas), en las democracias representativas el ciudadano corrige el engaño del político al que ha votado al no sentir satisfechas sus demandas, votando a otro. Afortunadamente, esto introduce un elemento de obligación ante el candidato político que debe procurar que aquello que dijo o prometió debe corresponderse con aquello que hizo o hará.
Ya lo dijo Platón: “Una mentira es útil solo como medicina para el hombre y el uso de estas mentiras debe reservarse sólo a los médicos”.
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