Hoy los ciudadanos de Llanes tienen un motivo más para estar indignados con el gobierno municipal de la ultraderecha integrado por, VecinosxLlanes y PP, “perroflautas” parados vividores de la política. En un medio regional se nos informa que los 2,5 millones de euros de ayudas europeas de los fondos Next Generation EU concedidas al Ayuntamiento de Llanes para cambiar parte de las luces públicas del concejo por bombillas LED ahorradoras pende de un hilo. Tres defectos en los pliegos del contrato llevaron a la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon) y a una de las empresas que aspiraban a ejecutar la obra a presentar un recurso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC), que tras analizar las quejas ha paralizado cautelarmente el procedimiento de contratación. https://tinyurl.com/zsm5ba95
Por la izquierda, Juan Carlos Armas Sierra concejal de contratación y el alcalde ultra, Enrique Riestra Rozas
En principio las obras tenían que estar ejecutadas el 1 enero de 2025, pues de lo contrario se perdería la ayuda del Plan de resiliencia y, en consecuencia, la posibilidad de ahorrar hasta un 61% en la factura de la luz municipal. Fuentes municipales resaltaban ayer que se ha aprobado una prórroga para la ejecución del contrato, por lo que confían en completar el procedimiento, adjudicar las obras y finalizarlas dentro del plazo establecido por la Unión Europea (UE). Estas manifestaciones son simplemente un deseo, ya que dicha decisión no está dentro del ámbito de su competencia. Conviene recordar que el anuncio de la adjudicación al municipio de Llanes fue realizado el 10 de noviembre del año 2022, hace un año y diez meses. Para dicho contrato el gobierno municipal tenía que poner una partida de 500.000 euros de su presupuesto que completase la subvención que recibía de fondos europeos. Con unas cuentas públicas endeudadas hasta las cejas por obra y gracia de la rehabilitación del teatro Cinemar, ninguna hipótesis es descartable del contratiempo que ha aparecido para la ejecución del contrato del alumbrado público.
El Ayuntamiento de Llanes sacó a licitación el contrato del proyecto de mejora de la eficiencia energética mediante tecnología LED en la red de alumbrado exterior del concejo el 20 de agosto pasado, nueve meses después de ser adjudicado la subvención de fondos europeos, con un valor estimado del contrato de 2.545.488,4 euros. Era ya la segunda licitación de ese contrato, pues con anterioridad se había estimado un recurso interpuesto por un licitador frente a la resolución de su exclusión, y el gobierno municipal ultra de Vecinos y PP no recurrió porque “hubiera llevado más tiempo que reiniciar el procedimiento” indicaron fuentes municipales. Lo que parece cierto, es que la gestión de dicha licitación realizada por el mangante parado que tiene dicha competencia, Juan Carlos Armas Sierra (PP), ha sido de una negligencia escandalosa.
La primera razón que esgrime CAC-Asprocón (el recurso de la empresa concursante es exactamente igual) es la “indebida calificación del contrato”, pues el gobierno municipal lo licitó como “de obras”, cuando es “mixto de suministro y obra, en el que las prestaciones esenciales y determinantes por cuantía son las correspondientes a un contrato de suministro”. La segunda razón de dicho recurso es la “improcedente utilización de la experiencia como criterio de adjudicación”, una posibilidad que ha sido prohibida por el TACRC en diferentes resoluciones, al considerar que para que pueda ser valorada como criterio de adjudicación tiene que venir referida “a la específica y propia experiencia del personal adscrito al contrato, porque su objeto o las prestaciones a ejecutar presenten alguna singularidad, o exija un perfil determinado y concreto de trabajador”. El Ayuntamiento tampoco motivó en el expediente de contratación la utilización de esa experiencia como criterio de adjudicación, pues para ello debería haber justificado cómo la experiencia requerida podría influir en la calidad del servicio. La tercera razón para recurrir la licitación fue la “improcedente utilización” de un certificado ISO como criterio de adjudicación, al no presentar ningún tipo de vinculación con el objeto del contrato. Visto los argumentos de la Federación de Empresarios de la Construcción para impugnar dicha licitación, parece obvio que todo este dislate en el pliego de contratación no es casual, máxime si tenemos en cuenta que como dice el dicho, en el mundo de la incompetencia política no existen casualidades.
Tras paralizar el pasado día 5 de septiembre el TACRC el procedimiento de contratación hasta la resolución definitiva del recurso, como había solicitado CAC-Asprocon, las empresas pudieron seguir presentando sus ofertas en el plazo estipulado en el anuncio de licitación, pero una vez finalizado, el procedimiento quedó suspendido. Fuentes de la patronal de la construcción señalaron que no fiscalizan todos los pliegos de contratación que se publican en Asturias, y que únicamente recurren aquellos que son cuestionados por alguno de sus socios si sus asesores jurídicos observan alguna irregularidad. Añadieron que no es habitual que el TACRC paralice cautelarmente procedimientos de contratación.
La primera lectura que hago a esta situación de desgobierno municipal que se vive hoy en Llanes, es que todo lo que sucede no es casual. Es fruto de una incapacidad crónica de un gobierno que está exacerbada por un sectarismo enfermizo, hacia todo aquello que sea diferente a las ideas ultras que defiende el gobierno municipal. Si a todo esto añadimos una opacidad feroz sobre los actos de su gestión (afortunadamente doy las gracias a la prensa por revelar dichas tropelías) tenemos un gobierno similar al de regímenes bananeros (como el de Corea del Norte. Bien es cierto, que cuenta con el beneplácito del PP de Asturias que encabeza el jefe del corralito asturiano, Álvaro Queipo, sicario del “bellotari” Miguel Tellado. Todos los días vemos las “performance” (teatros) que monta el PP de Asturias reprochando al gobierno de coalición autonómico, hechos que muchas veces son ajenos a su responsabilidad como el mal llamado “cupo catalán”. Sin embargo, en Llanes se tapan la nariz ante el hedor pestilente que desprende la cogestión que realizan con el partido ultra de, VecinosxLlanes. Si a todo esto sumamos la falta de una oposición contundente que realiza el “joven” (68 años) Antonio Trevín, a la gestión que hoy realizan los sicarios ultras de la asociación llanisca, AVALL, tenemos un cóctel explosivo para los intereses de los llaniscos.
La opacidad de este gobierno tuvo su cenit en el pleno ordinario celebrado el 4 de septiembre donde se cedió todo el control para los trámites del Cinemar al alcalde parado, Enrique Riestra Rozas. Sus mariachis concejales del gobierno de Vecinos y PP aprobaron en pleno, mandatar y darle todo el poder a un sátrapa político sobre su ojito de obra a pufo, el Cinemar, que pagarán todos los llaniscos en los próximos quince años. Me indigna que el “trevinismo” que hoy impera en el Ayuntamiento de Llanes al frente de la oposición aprobase dicha obra cuando los servicios públicos de Llanes como son: el saneamiento público, suministro de agua, dependencia de mayores, etc., están hechos unos zorros como nos acredita todos los días la prensa regional al carecer de las inversiones necesarias. Bien es cierto, que el “trevinismo” de Antonio Trevín entiende que los pufos a los llaniscos son un mal menor como quedó acreditado cuando dejaron el gobierno en mayo del año 2015 cuando entró la ultraderecha al frente del gobierno municipal, heredando una deuda millonaria el partido ultra de VecinosxLlanes. Hoy estamos igual con estos salvadores de pacotilla de Vecinos, la deuda municipal se sitúa por encima de los seis millones de euros sobre las carteras de los llaniscos.
Resolución publicada en el BOPA donde se concede al alcalde Enrique Riestra toda la potestad y control sobre el Cinemar para su licitación.
La rehabilitación del teatro Cinemar está siendo la peor losa que les ha caído a los llaniscos sobre sus cabezas, con un alcalde mesiánico que ve en dicha obra la salvación del municipio (erróneamente), esta terminará pasando factura a todos los llaniscos los próximos años que tengan que pagar una obra que les dificulta avanzar en la mejora de los servicios públicos y en el desarrollo de la economía llanisca. Qué le vamos hacer, ya lo dice el refrán “donde no hay cabeza todo se vuelve rabo”… Y al parado, Enrique Riestra, hace tiempo que perdió cualquier atisbo de tener cabeza, su único interés se centra en llevar el jornal para su casa por hundir a los llaniscos en la más absoluta de las miserias como hoy pudimos leer con el contrato del alumbrado público.
Ya lo dijo Ernesto Sábato: “El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario