Estos días los asturianos hemos recibido la noticia de una nueva reorganización del sistema sanitario (SESPA) del Principado de Asturias. Las ocho áreas sanitarias en las que está dividido el territorio asturiano desde el año 1984 pasarán a ser tres, con Oviedo, Gijón y Avilés como cabeceras. Ésta es, al menos, la primera propuesta de agrupación que la Consejería de Salud ha puesto sobre la mesa, con el objetivo de negociarla en los próximos meses con todos los concejos, sectores y agentes afectados. Según este planteamiento de partida, el Noroccidente asturiano se fusiona con el área de Avilés; el Suroccidente y el valle del Caudal se unifican con Oviedo y los concejos del centro de la región; y la cuenca del Nalón y el Oriente se suman al área de Gijón. Esta idea se asemeja de manera notable a la lanzada en 2010 por el Consejo Económico y Social de Asturias (CES), con la diferencia de que en aquélla –diseñada por el consultor Francisco Javier Elola– las dos cuencas mineras pasaban a depender administrativamente de Oviedo. La estructura de gestión sanitaria queda reducida a menos de la mitad de centros de gestión, con la consiguiente –al menos sobre el papel– simplificación burocrática y administrativa. Que Oviedo, Gijón y Avilés serían cabeceras de área nadie lo dudaba. La duda estribaba en si habría una cuarta circunscripción que englobase los valles del Nalón y el Caudal. Finalmente, el Gobierno regional propone que no sea así, sino que cada uno de ellos pase a depender de su "metrópoli" natural: el Nalón de Gijón y el Caudal de Oviedo.
Fuente: LNEPara la consejera de Sanidad y su equipo directivo, dicha nueva reorganización sanitaria pretende lograr una mayor eficiencia económica con una nueva definición de servicios de carácter integral y con accesibilidad universal de las condiciones de planificación y distribución territorial, así como de la calidad de los servicios y prestaciones. Equidad y calidad son las dos condiciones clave que debe preservar el servicio de salud en Asturias para garantizar y fomentar la atención a la salud de la ciudadanía, clave para la cohesión social y territorial. La equidad en salud constituye un elemento guía para alcanzar la cohesión social. Buscar la equidad significa eliminar las diferencias evitables e injustas en grupos de población definidos por el género, el estrato social, la edad o la procedencia geográfica http://tinyurl.com/yrjpcnhr
La definición de la calidad en la atención médica implica la especificación de tres factores:
- El fenómeno que constituye el objeto de interés.
- Los atributos del fenómeno que constituye el objeto de interés.
- Los criterios y las normas que coloquen a cada atributo en una escala que vaya a de lo mejor posible a lo peor.
Como existe una considerable falta de claridad respecto a cada uno de estos tres elementos, el problema de la evaluación de la calidad del servicio sanitario está lleno de desacuerdos y confusión. Con relación al fenómeno objeto de interés, la mayor división ocurre entre dos escuelas de pensamiento. La primera se limita al desempeño de un profesional o técnico de la salud -o bien un grupo de ellos relacionados entre sí de una manera funcional- en la atención de las personas que se han convertido en sus pacientes. La segunda visión presenta una mirada más amplia que insiste en que el objeto de interés es un programa más amplio e insiste en que el objeto de interés es un programa extenso o, incluso, un sistema de atención médica. Según este punto de vista, al juzgarse la calidad del servicio sanitario de la atención debe evaluarse no sólo lo que sucede a los que la reciben, sino también a cuantas personas se encuentran privadas de ella. En otras palabras el acceso y otros aspectos de la distribución de los recursos, así como los efectos externos, han llegado a convertirse en características fundamentales para evaluar la calidad del servicio sanitario. En el mundo sanitario actualmente se están empleando tres sistemas de calidad para evaluar la gestión del mismo:
- Sistemas de gestión basados en las normas de la serie UNE EN ISO 9001.
- Modelo de la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO).
- Modelo europeo de EFQM.
Cuando hablamos de calidad en los sistemas sanitarios
tenemos que recurrir al padre de dicha doctrina, el profesor Avedis
Donabedian. Su
aportación en la sistematización de conocimientos dentro de las ciencias de la
Salud, especialmente centrada en la mejora de la calidad asistencial, ha sido
reconocida mundialmente y es merecedora de varios galardones. Desarrolló el
enfoque de estructura, proceso y
resultado, que se convirtió en la base para medir y mejorar la calidad de la atención
sanitaria. Estas contribuciones están recogidas en Evaluación
de la Calidad de la Atención Médica (1966), y se esforzó por
definir todos los aspectos de la calidad en los sistemas de salud y los modelos
propuestos para su medición; se encuentran en más de 100 artículos y 11 libros http://tinyurl.com/8fz73usm
Si bien se están dando los primeros pasos para consensuar el nuevo mapa sanitario entre el gobierno regional y los profesionales del sector, partidos políticos, organizaciones sindicales, sociedades científicas, asociaciones de pacientes, alcaldes y la Federación Asturiana de Concejos, se mantendrán durante todo enero y febrero "o un poco más", con la intención de que en marzo esté el documento definitivo. Se acaba de poner el documento encima de la mesa para empezar a abordar el problema del mapa sanitario asturiano y ya se están empezando a ver los primeros roces entre aquellos, la derecha extrema del PP, que por norma no están para ayudar en la solución de los problemas a los que se ven expuestos los asturianos, sino que anteponen su propaganda tóxica con el fin de ocultar lo que hacen allí donde gobiernan. El mapa sanitario asturiano está condicionado principalmente por varios problemas que necesitan abordarse ante el futuro que se avecina a corto plazo, sus principales amenazas son http://tinyurl.com/2576w4em:
- Población envejecida.
- Gasto sanitario (incluido el farmacéutico) difícilmente sostenible.
- Escasa atención a la salud pública.
- Mapa sanitario obsoleto, con excesivo número de áreas, lo que provoca solapamientos e ineficiencia en la utilización de recursos.
- Escasa coordinación entre ámbitos asistenciales (primaria, especializada), así como en relación con los servicios sociales. Escasa dotación de recursos sociosanitarios.
- La rigidez estructural, el funcionamiento burocrático y la dificultad para introducir mejoras en la eficiencia de gestión, se consideran importantes debilidades del sistema. Estos problemas pueden explicar aspectos como la falta de autonomía de gestión y la escasa profesionalización de los gestores.
- Los problemas de gestión señalados se trasladan a las políticas de gestión de personal (selección, mantenimiento —incentivos—, capacitación), lo que puede estar relacionado con la posible desmotivación profesional.
- Envejecimiento del personal del sistema sanitario público
Si no se toma en consideración dichas debilidades que hoy atesora el modelo sanitario asturiano, las amenazas que se ciernen en un futuro no muy lejano son las siguientes:
- Crecimiento económico lento o negativo. La disparidad entre la tasa de crecimiento del gasto sanitario y las posibilidades reales de su financiación dentro del escenario macroeconómico previsible a medio plazo es, sin duda, la amenaza más claramente identificada, que compromete en mayor medida la sostenibilidad del sistema sanitario público asturiano.ç
- La desafección de las clases medias acomodadas. La falta de agilidad, flexibilidad y déficit de trato del sistema público, impulsan la búsqueda de fórmulas alternativas o complementarias de cobertura asistencial privada, disminuyendo la legitimación del sistema.
- Cambios sociodemográficos: envejecimiento y dispersión de la población en zonas rurales.
- Tendencia al incremento de otros factores de crecimiento del gasto, además del envejecimiento: aumento de las expectativas de la población e innovación tecnológica.
- La falta de cohesión del sistema, que hace más vulnerables a los servicios de salud (incluyendo al SESPA) frente a las amenazas (por ejemplo: la falta de coordinación de las políticas de personal —retribuciones— y su efecto inflacionista).
Frente a esta realidad descrita nos encontramos como siempre al partido del NO, la derecha extrema (PP). Como siempre suele hacer esta derecha antisistema que actualmente tenemos en nuestro país, es eludir dar soluciones o alternativas al problema que tienen los asturianos. De entrada, el PP al conocer dicho plan para mejorar la eficiencia del sistema sanitario ha sido definir dicho plan como "pura palabrería, reduce los hospitales comarcales a policlínicas y provocará un colapso mayúsculo en Oviedo, Gijón y Avilés". Si bien la consejera de Sanidad, Concepción Saavedra, manifestó que “espero que haya moderación por parte del PP y me gustaría que no se lancen ideas que no son ciertas y que crean malestar y preocupación", esto es pedir peras al olmo.
Según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), Asturias es la comunidad autónoma que en el año 2024 más invertirá por habitante (2.311,16 euros) y Madrid gobernada por el PP seguirá siendo la que menos destina por habitante al servicio sanitario (1.468,38 euros), 842,78 € de diferencia en el sistema sanitario, estos son números no admiten discusión http://tinyurl.com/sntaubu8
Es importante invertir en el sistema público sanitario asturiano, pero tan importante como lo anterior es buscar la excelencia con los recursos que se emplean en la mejora continua del sistema sanitario. Frente a este realidad, la derecha extrema del PP ha optado allí donde gobierna por “descremar” privatizando los servicios públicos de sanidad hacia actores ajenos, generalmente afines a sus intereses. Los alumnos que actúan de avanzadilla en este despropósito son Día Ayuso y Juanma Moreno en Madrid y Andalucía. El PP pretende un Estado de mínimos, donde el mercado sea quien provea los servicios públicos", sostiene el doctor Marciano Sánchez Bayle. El también miembro de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) sospecha que el partido conservador quiere volver al modelo franquista "donde se pagan los mejores servicios quienes pueden, mientras que los trabajadores disponen de una seguridad social de mala calidad y el resto es atendido por un sistema de beneficencia". La instigadora de dicho modelo privatizador nació en los años 80 en Gran Bretaña con, Margaret Thatcher, desde entonces él modelo privatizador ha ido ganando terreno a costa de empeorar los servicios públicos pese a que cada vez se invierte más en los mismos. La privatización en Madrid empezó con el Gobierno de Gallardón con la aprobación de la Ley Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid en 2001, que permitió la externalización de servicios sanitarios. De esta forma, al introducirse proveedores privados en la red pública, los fondos son de la administración, pero la provisión es privada. Posteriormente Aguirre tomó el relevo y profundizó el desmantelamiento de la sanidad pública madrileña. La condesa Aguirre presumió de su ideología neoliberal y afirmó en reiteradas ocasiones que "el servicio público debe ser gestionado por quien lo haga más eficiente". A lo que añadía, sin ningún tapujo: "No le quepa duda de que la empresa privada es más eficaz que la pública". Andalucía está en esta misma deriva con el “sonrisas” de Moreno Bonilla, lo que muchos se negaban a creer ya está aquí: la orden del gobierno de la Junta por la que se abre la puerta a la privatización de la atención primaria en Andalucía. En ninguna comunidad autónoma existe una medida semejante. La Orden de 23 de febrero de 2023 (hasta la fecha es terrible) establece una tarifa de 65 euros para concertar con la privada consultas médicas de atención primaria, que tendrán una rebaja si la consulta se realiza en los propios centros de salud o consultorios, porque la nueva norma permite que la actividad concertada con empresas privadas se realice en instalaciones públicas. Esta nueva orden es una estocada mortal al sistema sanitario público de Andalucía. Mientras que la Consejería de Salud intentaba apaciguar las protestas de los profesionales que se movilizaban denunciando la situación de la atención primaria y mientras entretenían a las organizaciones sindicales con reuniones improductivas, el gobierno de la Junta preparaba el asalto de los consultorios y centros de salud por la privada, dejando en manos de las empresas privadas todo el sistema sanitario público andaluz http://tinyurl.com/3tmjyhf5
El PP de Asturias ha levantado el hacha de guerra, no por mejorar la sanidad asturiana, su presidente, Álvaro Queipo, el sicario del “bellotari”, Miguel Tellado, soluciones no aportará ninguna para los asturianos, mientras esconde las marranadas en la gestión sanitaria que hacen en Madrid o Andalucía. Lo que hará como de costumbre esta derecha extrema es ruido mediático con la independencia de Junts o el terrorismo de Bildu, etc. Mientras tanto los asturianos tendremos que esperar a ver cuál será la solución que se da al problema de un sistema sanitario como el asturiano que necesita evolucionar hacia una sostenibilidad que hoy no está garantizada, pese a ser uno de los mejores de España… Por mucho que le duela a esta derecha salvaje que tenemos en Asturias y España.
Ya lo dijo José Luís Sampedro sobre el capitalismo actual: “El sistema de vida occidental se acaba”.
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