Ya en la Grecia antigua -cuna de una filosofía política sistemática y coherente- el objeto de esta disciplina se define en forma múltiple o alternativa. Para Platón y Aristóteles la “politike” es, en primera instancia, ciencia de la ciudad, pero también arte del gobierno, según una interpretación que alcanzaría su máxima expresión en Maquiavelo. Por otra parte, en Aristóteles, ya se asoma, al mismo tiempo, a una perspectiva más compleja, destinada a problematizar las relaciones entre lo ideal y lo real en función de una teoría del Estado, a la vez realista y normativa. Hoy volvemos a ver esa cruda realidad de lo más zafio de la política con dos noticias que nos sitúan a los ciudadanos en un esa realidad que sacude la política asturiana y española, son los vividores de la política.
En la primera noticia nos informan que el nuevo consejero del gobierno de Barbón representando a IU, Ovidio Zapico, de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, nombra a su equipo de gobierno en su consejería entre los que nos encontramos a una “vividora” de la política que fracasó estrepitosamente en las elecciones del 28 de mayo para la alcaldía de Llanes, hablamos de la nueva directora de Memoria Democrática, Begoña Collado https://tinyurl.com/zuwdfud9 Decía dicha excandidata a la alcaldía de Llanes que el objetivo era convertirse en "alternativa muy necesaria para mejorar la vida de los llaniscos y las llaniscas". Durante cuatro años de legislatura (2019-2023) en Llanes, permaneció desaparecida ante los problemas que sufrían los llaniscos con el gobierno de la desidia y el atropello que encabezaba, Enrique Riestra Rozas, de VecinosxLlanes. En campaña electoral ya pudimos comprobar que entendía dicha ciudadana con el servicio público al ciudadano, en un debate celebrado en la Casa de Cultura de Nueva nos dijo a los ciudadanos que asistimos a dicho encuentro que la política había que dignificarla cobrando. Su razonamiento es que la dignidad del servicio público va asociada a la cantidad de dinero que uno cobra… Vivir para ver. Con este razonamiento hecho por dicha “vividora”, podríamos decir sin ambages que un político digno es más digno cuanto más cobra. Los 57.885,24 euros que cobrará al año del pesebre a partir de ahora de los ciudadanos asturianos la dignificaran como ciudadana, ya que su profesión en la vida civil, desconocida, no le garantiza esa dignidad que el pesebre le proporciona y ansía https://tinyurl.com/7te4ja5x Durante los próximos cuatro años esta ciudadana será “digna” en el desempeño de sus responsabilidades política porque cobrará unas retribuciones que no percibe en la vida civil con su profesión. Los resultados de su gestión en esta legislatura que acaba de arrancar ya se pueden imaginar la ciudadanía cómo será, tendrá una fuerte carga ideológica con la que se tratará de ocultar y opacar su ineficiencia en la gestión. Por un lado, irá lo que ha pregonado en medios de información y en la campaña electoral y por otro lado veremos que sus resultados seguirán la regla del famoso refrán, “una cosa es predicar y otra dar trigo”.
García Cañal es un ciudadano que ha pasado toda su vida en el “pesbre” de la política, su ultimo servicio en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, fue ser la persona que ponia el “dedo divino” sobre los candidatos que concurrieron a las elecciones a las 78 alcaldías asturianas y al parlamento regional, todo ello previa aprobación del “cocinero” de Génova, Miguel Tellado. Con 66 años, el nuevo director general del equipo de Moriyón, pasará de ser un jubilado a un trabajador de lujo, quizás en el partido hayan pensado que había que pagar los servicios prestados por su papelón en el partido en estas elecciones pasadas. Lo curioso es lo que decía el “paracaidista”, Diego Canga Fano, con respecto de los vividores de la política, "en mi lista no hay vividores de la política como Barbón, Lastra y Llamedo", la pregunta que me hago como ciudadano es, ¿qué es Ramón García Cañal, una planta, un jarrón chino, o qué? https://tinyurl.com/5t3t7nwn El gobierno municipal del Ayuntamiento de Gijón, se ha convertido en una suerte de guarida para los vividores de la política, todo ello forma parte de la propia constitución de dicho gobierno, una coalición de perdedores (Foro, PP y Vox) que ante la imposibilidad de formar gobierno de forma independiente juntaron sus intereses que se centraban como se está viendo en las retribuciones que percibirán del Ayuntamiento de Gijón durante los próximos cuatro años. Es curioso que estos días las terminales mediáticas del PP nos estén rompiendo la cabeza a la ciudadanía sobre la cuestión de que el PP es el partido ganador de las elecciones generales para que pueda gobernar, sin embargo, en ayuntamientos y comunidades autónomas donde no ganaron las elecciones como el Ayuntamiento de Gijón, se han apresurado a desalojar al ganador pasándose por el forro lo que piden a sus oponentes políticos para el gobierno del país, ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.
Foto: Carmen Moriyón y Ramón García Cañal
La política asturiana sufre como vemos la falta de ética, la prensa es el fedatario de dicha realidad. Decía Aristóteles que todos aquellos que aspiran a ejercer cargos políticos deberían pasar primero por la ética, saber noble que permite conocer la naturaleza humana, las distintas costumbres así como las formas para manejar el carácter y comportamientos de los miembros de una comunidad. Conocimiento indispensable que debe dominar todo político que aspire a gobernar, pero gobernar bien. Si bien ambas disciplinas se interrelacionan, se percibe una jerarquía. Y no porque una sea más importante que la otra sino porque cada una de ellas cumple una función diferente. Si hiciéramos una analogía con respecto de un edificio, la ética estaría en la base, en los cimientos de la construcción. Y cuando los cimientos son buenos es posible crear la columna que sostenga el edificio y aquí entraría la política. Cuando los principios y valores de una sociedad son excelentes y sólidos es posible tener buenos políticos que aspiren al bien supremo del hombre al que sirven. Cuando esto no se produce, tenemos políticos-desgracia para el ciudadano, que lo único que tienen en su brújula es aquellos que mueve su interés, el medrar y vivir de la política. Ya lo decía Aristóteles, “por naturaleza somos más inclinados a la intemperancia y deshonestidad que no a la modestia” (Arist.Gran Ética Libro I, Cap. IX, 56). Parece mentira que hayan pasado 2407 años del nacimiento de dicho ilustrado filosofo y que la condición humana no haya avanzado nada… Quizás porque hemos normalizado lo anormal en la vida del ciudadano, no siendo críticos y feroces con aquellos políticos que tienen dichos comportamientos.
Ya lo dijo Aristóteles: “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.
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